El virus de Marburgo, como el del Ébola, causa fiebre hemorrágica con tasas de mortalidad de hasta el 90 por ciento en humanos. Este virus, que pertenece a la misma familia que el del Ébola, genera una infección de desarrollo muy rápido, del orden de la semana, y la comunidad científica siente una creciente preocupación hacia él, alimentada en parte por la actual epidemia de la infección por virus del Ébola.
El equipo del Dr. Thomas Geisbert, de la División Médica de la Universidad de Texas en Galveston, Estados Unidos, ha conseguido por vez primera un tratamiento que ha protegido de la fiebre hemorrágica de Marburgo a primates no humanos. Su tratamiento ha demostrado ser efectivo incluso cuando se aplica en la fase de la enfermedad en la cual los animales tienen niveles detectables del virus en su interior y empiezan a mostrar síntomas de la enfermedad. Este punto es importante porque en otros casos de opciones de tratamiento para enfermedades infecciosas graves cuando aparecen los primeros síntomas ya es demasiado tarde para actuar.
Tanto el virus de Marburgo como el del Ébola son motivo de preocupación no solo para las autoridades sanitarias, sino también para los cuerpos de seguridad y defensa, dado que esos virus se podrían esparcir en aerosol de manera deliberada, en el marco del bioterrorismo o de la guerra biológica.
Las investigaciones sobre esos dos virus se llevan a cabo en laboratorios de máxima seguridad, diseñados para ofrecer el Nivel de Bioseguridad 4, o contención máxima. En los laboratorios de esa clase, a menudo recreados en el cine, los investigadores visten trajes de presión positiva (los trajes de aislamiento biológico que recuerdan un poco a trajes espaciales) mientras trabajan. (NCYT)
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