Más de alguna vez hemos escuchado a algunas personas lamentarse por no poder comer mariscos o poder usar aros que no sean de plata. Hay otros que sufren con la llegada de la primavera y muchos arrancan por el sólo hecho de ver a alguna abeja.
Polvo, abejas, gatos, polen, la lista es extensa, pero la amenaza es común: las alergias. En el mundo son muchas las personas que las desarrollan en algún momento de sus vidas, siendo la primavera la estación del año donde suelen aparecer con mayor frecuencia. En este sentido, ¿sabemos realmente qué es una alergia y a qué se debe este fenómeno?
La Dra. Macarena Lagos, Inmunóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica que una alergia es una respuesta exagerada del sistema inmune a una sustancia que es inofensiva para la mayoría de la gente, provocando síntomas que varían desde molestias leves hasta llegar a producir severas complicaciones. “Es importante reconocer y tratar las alergias desde un principio, de modo que se tenga un mayor control y que el paciente no sufra de más con estas molestias”, sostiene la Dra. Lagos.
Además, la especialista precisa que la tendencia a desarrollar alergias suele tener una base hereditaria. Sin embargo, el hecho de que alguno de los padres sea alérgico a algo en particular, no quiere decir que todos sus hijos tengan que padecer necesariamente alguna alergia.
En las últimas décadas, ha habido un incremento considerable de personas que sufren algún tipo de alergia, siendo las respiratorias las que más afectan, en un 20% aproximadamente. Como explicación a este fenómeno se ha postulado la Teoría de la Higiene, la que sostiene que en la actualidad se ha exagerado respecto a la creación de un ambiente limpio y libre de contacto con microorganismos tanto para niños como para adultos, provocando que el sistema inmunológico no sea estimulado en su desarrollo, volviéndose más propenso a responder con una reacción alérgica.
Alergias más frecuentes
Existen diferentes tipos de alergias que pueden afectar a las personas. Estas se clasifican, por lo general, según su causa, la parte del cuerpo más afectada y otros factores. Algunos de los tipos más frecuentes son los siguientes:
Respiratoria: Es el tipo más común y se produce por el contacto con alérgenos inhalantes, como ácaro del polvo, gatos, o pólenes de árboles malezas y pastos. Destaca la rinitis, que se manifiesta con picazón de nariz, estornudo, congestión nasal y mucosidad. En algunas ocasiones este cuadro se agudiza y la rinitis deriva en una rinusinusitis, donde además de los síntomas mencionados, se suma el dolor de cabeza y la sensación de presión en la cara.
La conjuntivitis y el asma también son manifestaciones de este tipo de alergia. La primera se presenta con picazón de ojos, lagrimeo, hinchazón y/o irritación, mientras que en la segunda puede haber dificultad para respirar, tos, sensación de ahogo y pecho apretado; síntomas que se exacerban durante la noche y al realizar ejercicios.
Cutánea: Esta se produce cuando algunos elementos, como el metal o agentes químicos entran en contacto con la piel. Se caracteriza por la aparición de dermatitis (enrojecimiento) en la zona de contacto.
Alimentaria: Se manifiesta con síntomas gastrointestinales, como el vómito, dolor de estómago, náuseas, diarrea y, en algunos casos, sangramiento. Además, pueden aparecer ronchas, hinchazón de la boca, caras y ojos, y picazón general.
Este tipo de alteración es común en niños, siendo la leche, huevo, soya, maní y trigo los alimentos que más pueden afectarlos. En el caso de los adultos, son los frutos secos, pescados y mariscos, y algunas frutas los factores de riesgo.
Medicamentos: Las más frecuentes son a los antibióticos, en especial aquellos de la familia de la penicilina (betalactámicos). Luego le siguen los antiinflamatorios no esteroidales como el ibuprofeno y el diclofenaco.
Picaduras de insectos: Abejas, zancudos y hormigas, entre otros, en estos casos los síntomas son variados y pueden ir desde una reacción cutánea local hasta un shock anafiláctico, que es una situación donde la persona presenta dificultad severa para respirar, sensación de desmayo o pérdida del conocimiento. Si ocurre lo anterior es fundamental que la persona acuda a un centro hospitalario de manera urgente, pues su vida puede estar en peligro.
“Es importante tener presente que las alergias pueden presentarse en diferentes etapas de la vida y que si bien muchas de éstas pueden persistir en el ser humano, variando su grado e intensidad, hay otras que se resuelven a medida que avanzan los años. Lo importante es diagnosticarlas a tiempo y tomar las precauciones correspondientes en cada caso”, enfatiza la Dra. Macarena Lagos.
Medidas preventivas
-Evitar la exposición al polen, polvo o ambientes cerrados con presencia de animales.
-No hacer ejercicios intensos en época de polinización
-Asear con frecuencia todas las habitaciones de la casa, poniendo énfasis en los lugares donde pueda acumularse polvo.
-Sacudir la ropa antes de usarla
-Usar anteojos para la conjuntivitis
-Evitar humedad de ambiente
(http://www.24horas.cl/)
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