La oxitocina es una hormona que influye en el comportamiento y las relaciones sociales, que suelen verse alteradas en estos pacientes, lo que hace que se esté considerando como un potencial tratamiento de estos trastornos.
Investigadores de la Universidad de Oslo (Noruega) han probado en humanos un nuevo dispositivo para administrar por vía nasal un tratamiento hormonal para trastornos mentales, tras comprobar que es una vía que ayuda a que el fármaco llegue mejor al cerebro y causa pocos efectos secundarios, según los resultados que publica la revista 'Translational Psychiatry'.
Aproximadamente uno de cada cien adultos en este país escandinavo sufrirá esquizofrenia o autismo a lo largo de su vida, y actualmente se estima que unos 20.000 afectados está en tratamiento por uno de estos trastornos.
La oxitocina es una hormona que influye en el comportamiento y las relaciones sociales, que suelen verse alteradas en estos pacientes, lo que hace que se esté considerando como un potencial tratamiento de estos trastornos.
Esto llevó a estos investigadores noruegos a diseñar un dispositivo, en colaboración con la empresa OptiNose, para administrar dosis bajas de esta hormona y ayudar a estos a percibir mejor las relaciones sociales.
Dado que esta hormona, de la familia de los neuropéptidos, se produce en el hipotálamo (región cerebral que actúa como centro de coordinación del sistema hormonal), los investigadores barajaron la posibilidad de administrarla por la nariz ya que, además, su tamaño relativamente grande puede generar problemas para penetrar en el cerebro a través del torrente sanguíneo.
Para ello, previamente analizaron en el laboratorio si estas dosis extra de oxitocina podían afectar al cerebro y probaron posteriormente dos cantidades diferentes para ver cómo influían en las relaciones sociales.
POR VÍA INTRAVENOSA NO FUNCIONÓ
En un pequeño estudio con 16 adultos sanos, utilizaron dos dosis diferentes por vía nasal, que compararon con una administración intravenosa, y los resultados demostraron que sólo los que recibieron una dosis baja por la nariz experimentaron algún cambio en la percepción de 'señales' sociales.
"Los resultados muestran que la administración intranasal afecta a la función del cerebro, mientras que no se observó ningún efecto después del tratamiento por vía intravenosa, lo que prueba que la oxitocina viaja a través de la nariz directamente al cerebro", ha defendido Ole Andreassen, autor del estudio.
Además, el hecho de que las dosis más bajas sean las más eficaces hace que también haya menos riesgo de acabar afectando a otras regiones cerebrales.
CON FOSAS NASALES MÁS GRANDES, MEJOR
El trabajo, a pesar de incluir pocos participantes, sirvió para observar que en los individuos con fosas nasales más grandes la respuesta de la oxitocina era más fuerte.
El dispositivo utilizado se diferencia de los pulverizadores nasales convencionales ya que al aplicar la dosis el fármaco se expande por toda la cavidad nasal y llega así a las vías nerviosas de la parte superior.
El siguiente paso en la investigación es llevar a cabo las mismas pruebas en personas con enfermedad mental, para lo que ya están en una fase de reclutamiento de afectados con trastornos del espectro autista. "Confíamos en que sea el primer paso en el desarrollo de una serie de nuevos medicamentos que pueden ser de gran ayuda para que más personas con enfermedad mental", concluye Andreassen.
ep - INNOVAticias.com
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