El próximo día 20 de octubre tendrá lugar en las instalaciones de AIMPLAS la Jornada Técnica: Bioplás- ticos de Origen Renovable, Tendencias y Oportunidades.
En ella se presentarán, entre otras novedades, innovaciones dirigidas al sector del envase y agrícola. Para este último, se darán a conocer sistemas de riego biodegradables para cultivos de plantas pequeñas como fresas y tomates que tienen periodos cortos de cultivo, de menos de un año.
Actualmente, el problema después de las cosechas es la dificultad en el reciclado del sistema de riego porque la tubería de plástico está enredada con plantas y tierra. Es por ello, que la eliminación del residuo generado pasa por la incineración. Sin embargo, el nuevo sistema de riego desarrollado en el marco del proyecto Drius, permitirá su gestión en una planta de compostaje.
DRIUS es la continuación de un proyecto previo, HYDRUS (FP7/2007-2013-Número contrato 231975), en el que se desarrollaron tuberías de riego por goteo biodegradables y se fabricaron con éxito a nivel industrial. Sin embargo, el tema central del presente proyecto es la obtención de goteros inyectados biodegradables para poder obtener el sistema completo de riego.
Para el sector del envase se presentará una nueva tecnología para la producción de PLA que, entre otros beneficios, mejore la homogeneidad de la producción y excluya el uso de catalizadores metálicos. Hasta ahora, los catalizadores que contienen metal (típicamente: tin (II) 2-ethylhexanoate) se han utilizado para mejorar la velocidad de polimerización de lactonas, pero su sustitución por catalizadores orgánicos podría abrir nuevos aplicaciones a estos biopolímeros.
A través del proyecto innoREX se está desarrollando un concepto novedoso de reactor en continuo (extrusión reactiva) usando energías alternativas de alto poder energético (microondas, ultrasonidos, laser…). La aplicación de este tipo de energías, mejorarán la cinética de la reacción, aumentando la actividad del catalizador y garantizando alcanzar un PLA con un alto peso molecular, teniendo en cuenta el tiempo de residencia limitado que se tienen en extrusoras de doble husillo co-rotativas.
Gracias a la incorporación de un viscosímetro en línea en la extrusora, se puede medir la viscosidad del material y modificarla o corregirla durante el proceso de producción con el fin de obtener un grado de polimeración del PLA adecuado a las necesidades del fabricante del envase.
De forma paralela, el proyecto incluye la realización de todo un análisis del ciclo de vida del envase, donde se estudiarán ambos procesos (actual y el desarrollado en InnoREX) desde la procedencia de la materia prima hasta el final de uso de la aplicación donde se procese el nuevo PLA.
AIMPLAS - (http://www.innovaticias.com/)
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