Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) han identificado un mecanismo cerebral que facilita la motivación por el alcohol después de una amplia abstinencia. El trabajo, que se publica en la revista 'Neuron', podría abrir nuevas vías de tratamiento para esta adicción.
Trabajos anteriores han sugerido que las personas, lugares y objetos asociados con el consumo de alcohol son potentes desencadenantes de la recaída y que el deseo de alcohol y drogas puede aumentar a lo largo de una abstinencia prolongada.
Sin embargo, aún no están claros los mecanismos que subyacen este deseo patológico por el alcohol.Según explica F. Woodward Hopf, director del estudio, "los paradigmas animales pueden modelar aspectos cruciales de la adicción humana y estos paradigmas ayudarán a dilucidar los mecanismos moleculares y celulares que dirigen las conductas de búsqueda de drogas y, como consecuencia, facilitar el desarrollo de nuevas intervenciones terapéuticas para la adicción".
Los científicos estudiaban cómo la adicción al alcohol impacta en una parte del cerebro llamada núcleo accumbens (NAcb) que se conoce por su importancia en los estímulos que dirigen las conductas motivadas dirigidas a objetivos.
Los autores examinaron el cerebro de ratas que habían pasado casi dos meses de autoadministración de alcohol o azúcar y después un periodo de abstinencia de tres semanas.Las ratas que habían consumido alcohol, pero no las que consumieron azúcar, mostraron una mayor actividad eléctrica en el centro del NAcb tras la abstinencia.
La mayor actividad se debe a una inhibición de los canales de potasio activados por calcio de conductancia pequeña. La activación farmacológica de estos canales produjo una mayor inhibición de la actividad de NAcb en las ratas abstinentes al alcohol frente a las abstinentes al azúcar y redujo la búsqueda de alcohol pero no la del azúcar tras la abstinencia.
Los autores concluyen que las menores corrientes en los canales de potasio y una mayor excitabilidad del centro de NAcb representa un mecanismo crítico que facilita la motivación de búsqueda del alcohol después de la abstinencia.Antonello Bonci, coautor del trabajo, apunta que sus descubrimientos son especialmente excitantes porque un fármaco utilizado durante más de 30 años como relajante muscular, la clorzoxazona, activa estos canales de potasio.
"Aunque los canales de potasio no son la única diana de este fármaco y puede presentar una variedad de efectos secundarios, proporciona una oportunidad inesperada y muy excitante para diseñar ensayos clínicos humanos que examinen si la clorzoxazona, u otros activadores de estos canales, reducen el consumo excesivo o patológico de alcohol", concluye Bonci. Madrid, 11 (Europa Press)
viernes, 12 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario