La "Europa de los ladrones" se está abriendo camino de una manera estremecedora e implacable. Muchos europeos tiemblan ante las fechorías impunes de sus dirigentes políticos. La última amenaza: los depósitos bancarios europeos de mas de 100.000 euros están en peligro y pueden ser saqueados.
Durante décadas, la Unión Europea fue un proyecto decente, admirado por el mundo, que pretendía unir pueblos y naciones en torno a la paz, la prosperidad y la democracia, pero hoy, bajo el liderazgo de una Alemania que no consigue liberarse de sus ambiciones hegemónicas y del deseo de someter a los pueblos europeos "inferiores", Europa sólo es ya una despreciable conspiración de mercaderes, políticos alejados de la democracia y ladrones capaces de despellejar y saquear a sus ciudadanos.
Lo ocurrido en Chipre, donde Bruselas impuso, como condición para el rescate, el robo de los ahorros de los ciudadanos depositados en los bancos, olvidando la garantía que existía sobre los depósitos bancarios, un saqueo pirata que no se perpetró porque el Congreso chipriota lo rechazó de manera tajante, es el fin de lo que quedaba de decencia en Europa y el principio de una etapa europea sucia, dominada por los saqueadores y los políticos ajenos a la democracia, un camino ya experimentado con asaltos vergonzantes en Grecia, Portugal y España.
Alemania, que ejerce un evidente liderazgo en la Europa actual por su potencia económica, es la principal responsable de la lamentable deriva y el deterioro de Europa, un continente que se aleja cada dia mas de la decencia, de la Justicia y de la democracia, para caer en manos de políticos sin escrúpulos dominados por la ideología del poder y del dinero.
Primero se habló de la Europa de los Estados; después de la Europa de los Pueblos; mas tarde de la Europa de los Ciudadanos; después parecía que se imponía la Europa de los Gobiernos; finalmente empezó a hablarse de la Europa de los Mercados; hoy, después del intento de robo perpetrado en Chipre, donde, por orden de Bruselas, pretenden robar dinero a los ciudadanos que depositaron sus ahorros en los bancos, habrá que hablar de la Europa verdadera: la "Europa de los Carteristas".
La Europa actual no sólo ha dejado de ser admirable y atractiva, sino que empieza a perfilarse como un grave peligro para la democracia mundial y para los ciudadanos, que contemplan estupefactos como el viejo sueño de una Europa Unida se desliza hacia la opresión y el abuso de poder.
Desde que estalló la crisis, los políticos se resisten a someterse al dictado de los ciudadanos, que los castigan de manera implacable por sus evidentes responsabilidades en la gestión de la economía y la política. Muchos dirigentes, desde Sarkozy a Zapatero, sin olvidar a Sócrates, Berlusconi, Papandreu y otros, han sido expulsados del poder por el voto ciudadano, pero algunos, como la alemana Merkel, se resisten a sufrir ese castigo y están dispuestos a cometer fechorías, injusticias y arbitrariedades con tal de evitar la derrota electoral.
La obsesión alemana por acabar con el déficit está llevando a algunos pueblos de Europa hasta la ruina, ya que la política de recortes y ahorros impide cualquier estímulo al desarrollo. Si a eso se agrega que algunos gobiernos, como el español de Rajoy, se niegan a ahorrar adelgazando el monstruoso Estado que han construido, plagado de enchufados, familiares y amigos del poder, y a suprimir privilegios, haciendo pagar a los ciudadanos y a las pequeñas empresas la factura de la crisis y de sus abusos, los ideales y sueños de una Europa justa y decente se derrumban y sucumben bajo el peso de la miseria y bajeza de los políticos.
En algunos países, los ciudadanos están aplastados por el poder y muchos optan por arrojarse al vacío o quemarse ante el abuso del poder que les arroja a la miseria. Algunas leyes europeas amparan la corrupción y el delito. España es un modelo de bajeza política y económica, pero no es el único país contaminado por la indecencia, un fenómeno que avanza y que corroe los cimientos de la vieja Europa.
Algunos están seguros de que una Europa sucia y quizás monstruosa, como lo fue muchas veces en su pasado de sangre y exterminio, está naciendo, amparada por los políticos del presente, arrogantes, antidemócratas, ajenos a la ciudadanía y sin valores. Por lo pronto, los poderosos de Europa, que en el pasado se dedicaban a la guerra para robar y saquear al vencido, parece que han encontrado la fórmula para seguir robando y saqueando amparados por una ley injusta y por el poder, refugiados en los gobiernos, los partidos políticos y el injusto y predador sistema financiero europeo. Periodista Digital
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