En diálogo con Informativo FARCO el juez Rozanski aseguró que “hace décadas que la gente está reclamando una justicia más democrática” y destacó que “los proyectos son muy cuidadosos de no afectar ninguna garantía de independencia de poderes”. Además remarcó que la propuesta para elegir por el voto popular a los miembros del Consejo de la Magistratura “no es inconstitucional y además es el aspecto de la reforma que se propuso que más cambios va a traer en la práctica”.El juez opinó que los que critican este punto “tendrían que reflexionar ¿qué puede tener de malo que los que integran el Consejo de la Magistratura, que es el que nombra y, eventualmente, destituye jueces, sean elegidos popularmente? Me parece que no tendría que haber muchas objeciones”.
Además afirmó que “tiene que haber realmente un cambio profundo en la propia estructura de la justicia para que nosotros sintamos que estamos en el mismo nivel y no más arriba” que el resto de la población.
Rozanski explicó que “hay una parte importante del poder judicial que no está de acuerdo, que es tradicionalmente conservadora, que siempre se opuso a cambios de esta naturaleza porque no quiso perder privilegios, porque caminó en sintonía con sectores privilegiados, tanto económicos como mediáticos. No nos olvidemos que esa parte del poder judicial acompañó dictaduras y en muchos casos fue cómplice de muchas de las cosas terribles que pasaron. Por lo tanto, no van a saludar alegremente este tipo de cambios”. (Informativo FARCO)
También aclaró que “aún cuando sea dificil la lucha dentro del propio poder judicial, hay un espacio social infinitamente más grande que el sector reaccionario del poder judicial y ese es el que apoya estos cambios”.
Con respecto a las críticas hacia el movimiento por una Justicia Legítima y la descalificación de ser afines al gobierno nacional, Rozanski expreso que “la descalificación es la estrategia tradicional de quien se opone a cambios y sobre todo del que no tiene recursos intelectuales para dar mejores razones”. Por eso explicó que “los cientos y cientos y cientos de jueces, fiscales, defensores, secretarios, académicos y abogados que estuvieron esos días (en el encuentro de Justicia Legítima en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires) y los miles que están en el interior del país y se suman, no tienen nada que ver con una unificación en la letra K. Pero en absoluto. Esto no significa que muchos estén de acuerdo con la reforma que está proponiendo el poder Ejecutivo porque es buena, simplemente. No por otra cosa, es porque es buena”.
Además afirmó que “tiene que haber realmente un cambio profundo en la propia estructura de la justicia para que nosotros sintamos que estamos en el mismo nivel y no más arriba” que el resto de la población.
Rozanski explicó que “hay una parte importante del poder judicial que no está de acuerdo, que es tradicionalmente conservadora, que siempre se opuso a cambios de esta naturaleza porque no quiso perder privilegios, porque caminó en sintonía con sectores privilegiados, tanto económicos como mediáticos. No nos olvidemos que esa parte del poder judicial acompañó dictaduras y en muchos casos fue cómplice de muchas de las cosas terribles que pasaron. Por lo tanto, no van a saludar alegremente este tipo de cambios”. (Informativo FARCO)
También aclaró que “aún cuando sea dificil la lucha dentro del propio poder judicial, hay un espacio social infinitamente más grande que el sector reaccionario del poder judicial y ese es el que apoya estos cambios”.
Con respecto a las críticas hacia el movimiento por una Justicia Legítima y la descalificación de ser afines al gobierno nacional, Rozanski expreso que “la descalificación es la estrategia tradicional de quien se opone a cambios y sobre todo del que no tiene recursos intelectuales para dar mejores razones”. Por eso explicó que “los cientos y cientos y cientos de jueces, fiscales, defensores, secretarios, académicos y abogados que estuvieron esos días (en el encuentro de Justicia Legítima en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires) y los miles que están en el interior del país y se suman, no tienen nada que ver con una unificación en la letra K. Pero en absoluto. Esto no significa que muchos estén de acuerdo con la reforma que está proponiendo el poder Ejecutivo porque es buena, simplemente. No por otra cosa, es porque es buena”.
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