Más de 360 millones de personas padecen pérdida de audición discapacitante, según las nuevas estimaciones mundiales de su prevalencia publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo del Día Internacional de la Audición (3 de marzo).
Una de cada tres personas mayores de 65 años afectada
A medida que la población mundial envejece, son cada vez más las personas que padecen pérdida de audición. Una de cada tres personas mayores de 65 años (165 millones de personas en todo el mundo) tienen pérdida de audición. Si bien la pérdida de audición relacionada con el envejecimiento puede paliarse con audífonos, no se fabrican los suficientes como para cubrir las necesidades.
«La producción actual de audífonos satisface menos del 10% de las necesidades mundiales. En los países en desarrollo, la proporción de personas que llevan audífono es de menos de una por cada 40 que lo necesitan», señala la Dra. Shelly Chadha, del Departamento de Prevención de la Ceguera y de la Sordera de la OMS. «La OMS está considerando la transferencia de tecnología como medio para fomentar el acceso a los audífonos en los países en desarrollo.»
Infecciones del oído y enfermedades infecciosas
Otros 32 millones de afectados por pérdida de audición son niños menores de 15 años. La principal causa de dicha discapacidad son las infecciones del oído, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. Según la revisión más reciente de los estudios disponibles hecha por la OMS, la mayor prevalencia de pérdida de audición discapacitante se observa en Asia Meridional, Asia-Pacífico y África Subsahariana.
Algunas enfermedades infecciosas como la rubéola, la meningitis, el sarampión o la parotiditis pueden originar pérdida de audición. La mayoría de ellas pueden prevenirse mediante vacunación. Entre otras causas comunes cabe señalar la exposición al ruido excesivo, los traumatismos craneoencefálicos o del oído, el envejecimiento, causas genéticas, problemas durante el embarazo o en el momento del parto (como la infección por citomegalovirus o la sífilis) así como la utilización de medicamentos que pueden dañar al oído.
La mitad de los casos pueden prevenirse
«Aproximadamente la mitad de los casos de pérdida de audición pueden prevenirse fácilmente, y muchos pueden tratarse si se detectan precozmente y se efectúan las intervenciones adecuadas, como la colocación de implantes auditivos. Además, las personas con pérdida de audición pueden recibir capacitación en el lenguaje de signos y apoyo social.»
La OMS alienta a los países a que creen programas de prevención de la pérdida de audición en sus sistemas de atención primaria de salud que incluyan la vacunación infantil contra el sarampión, la meningitis, la parotiditis y la rubéola, la detección y el tratamiento de la sífilis en las embarazadas y el diagnóstico y tratamiento precoces de la pérdida de audición en los lactantes. Fuente: OMS
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