El resveratrol y la quercetina, moléculas presentes de forma natural en numerosos alimentos, han demostrado, además de otros efectos beneficiosos para la salud, cierta capacidad para reducir la grasa corporal.
Los trabajos realizados por el grupo Nutrición y Obesidad de la Universidad del País Vasco (UPV), integrado en el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), publicados en varias revistas, revelan que la administración de una combinación de resveratrol y la quercetina induce un efecto conocido como 'marronización' del tejido adiposo blanco en un grupo de ratas alimentadas con dieta obesogénica (rica en grasa y azúcar).
Este efecto, además de otros observados en este mismo experimento, podría justificar y, por tanto contribuir a la reducción de peso y grasa corporal observada en este grupo de ratas.
El tejido adiposo marrón es un tejido graso que hasta hace no mucho se creía que solo estaba presente en niños neonatos y animales hibernantes. Este tejido se encarga de disipar la energía en forma de calor para mantener la temperatura corporal (en lugar de almacenarla como sucede con el tejido adiposo blanco), proceso conocido como 'termogénesis'.
Su reciente descubrimiento también en el ser humano adulto, y la correlación inversa existente entre la cantidad de ese tejido y un menor Índice de Masa Corporal, ha despertado el interés de la comunidad científica.
UN PROCESO PATENTADO
La 'marronización' es un proceso de reciente descubrimiento que consiste en el desarrollo de adipocitos (o células grasas) con características de adipocitos marrones en el seno del tejido adiposo blanco (llamados adipocitos 'beige' o 'brite').
Según la investigadora principal, Noemí Arias Rueda, que ha realizado su tesis sobre los efectos de la combinación de estas dos biomoléculas, la activación de este proceso podría contribuir a reducir la grasa corporal.
El efecto marronizante de esta mezcla (resveratrol y quercetina) ha sido descubierto por primera vez por el grupo de investigación al que pertenece Arias gracias a la colaboración de la Universidad de las Islas Baleares (grupo liderado por el catedrático Andreu Palou y perteneciente también a CIBERobn), lo que ha permitido patentarlo en marzo de 2015.
El estudio ha sido publicado en las revistas European Journal of Nutrition y Journal of Physiology and Biochemistry.
SINC - INNOVAticias.com
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