Un equipo de científicos se ha servido de células madre para hacer crecer conductos biliares en el laboratorio con la intención de evitar en el futuro daños en el tejido hepático.
Los conductos biliares son fundamentales para que el hígado se deshaga de los residuos. De hecho, las anomalías en estos conductos son causa de una buena parte de los trasplantes de hígado (30% en adultos y 70% en niños). El tratamiento diseñado habrá de comprobarse en ensayos clínicos antes de proceder a su empleo clínico.
El estudio, publicado recientemente en Nature Biotechnology, fue posible gracias al proyecto TISSUEGEN. Los responsables de esta iniciativa puesta en marcha en 2012 se propusieron generar una plataforma in vitro que ayudase a generar terapias de medicina regenerativa nuevas.
La plataforma se basa en la generación in vitro de tejido humano cultivado a partir de células madre pluripotentes inducidas (IPSC) humanas. Estas células se pueden crear directamente a partir de células adultas y ofrecen la oportunidad de contar con una cantidad en principio ilimitada de células del propio paciente con las que regenerar tejidos y órganos sin que se produzcan los conflictos éticos que acompañan al empleo de células madre embrionarias.
TISSUEGEN optó por el estudio del tejido hepático por su importancia científica y comercial. En la primera etapa de este proyecto de cuatro años de duración y que finalizará a finales de 2015, el equipo elaboró una biblioteca de IPSC procedente de un donante con una enfermedad hepática metabólica hereditaria y estableció el protocolo básico de cultivo de células madre pluripotentes humanas. Estas células, junto a los hepatocitos (células que componen entre el 70 y el 80% de la masa del hígado), se montaron en la plataforma de tejido hepático tridimensional.
Se construyeron biorreactores basados en múltiples técnicas microfluídicas innovadoras con las que generar sistemas compatibles con los métodos de análisis más utilizados en los laboratorios de todo el planeta. Los sistemas nuevos aportan la ventaja fundamental de ofrecer un medio rápido y rentable de desarrollar y ensayar terapias regenerativas de tejidos humanos en un entorno de laboratorio.
Para demostrar que las células cultivadas en el laboratorio dan lugar a conductos biliares se buscaron funciones y marcadores definitorios de este tipo de células. A continuación se compararon los resultados de estas muestras con otras de donantes humanos y se descubrió que eran prácticamente idénticas. Cabe afirmar por tanto que los hepatocitos derivados de IPSC generados a partir de donantes enfermos se pueden emplear para producir modelos optimizados con los que recrear de un modo fidedigno enfermedades genéticas en tejido humano.
Este método diseñado por TISSUEGEN pone a disposición de la comunidad científica y médica la oportunidad de conocer mejor los procesos de crecimiento y desarrollo de los órganos y más información sobre las patologías. La plataforma ofrece además la posibilidad de ensayar fármacos nuevos y medios ampliables y rentables para evaluar distintas terapias regenerativas. También aporta modelos tridimensionales del cáncer con los que crear terapias más precisas y eficaces.
www.madrimasd.org
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