Así lo esperan un grupo de investigadores que ya lo ha probado en ratones y que presentará su estudio en la 250ª Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Americana de Química.
Las técnicas actuales solo permiten escanear las partes de cuerpo una a una. Ahora un grupo de investigadores informan de una nueva técnica, probada en roedores, que podría escanear el cuerpo entero rápidamente para hallar coágulos de sangre.
El equipo hará público su descubrimiento en la 250ª Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Americana de Química (ACS, en sus siglas en inglés) que tendrá lugar esta semana.
Peter Caravan afirma que tras un primer ictus por un coágulo, el riesgo de sufrir un segundo ictus se dispara porque el coágulo inicial puede romperse causando más infartos cerebrales si no es encontrado y tratado rápidamente.
Actualmente podrían ser necesarias hasta tres técnicas para hallar el coágulo: ultrasonidos para carótidas y miembros inferiores, resonancia magnética para el corazón y TAC para los pulmones. "Los pacientes podrían terminar siendo escaneados múltiples veces y por múltiples técnicas para localizar el coágulo".
Visibles en PET
En un trabajo previo, el equipo de Caravan del Centro Martinos de Imagen Biomédica, del Hospital General de Massachusetts (HGM), identificó un péptido que se une especialmente a la fibrina. En el actual estudio, desarrollaron un coágulo de sangre de prueba para adjuntar un radionucleido al péptido. Los radionucleidos pueden ser detectados en cualquier lugar del cuerpo mediante tomografía de emisión de positrones (PET). Usaron diferentes radionucleidos y péptidos, para identificar que combinación proveería la señal más brillante de los coágulos en el PET.
Los investigadores analizaron primero lo bien que se unían a la fibrina en una prueba de laboratorio, para después probarlo en ratas. "Todas las pruebas tuvieron una afinidad similar a fibrina in vitro, pero, en ratas, sus actuaciones fueron bastante diferentes", comentó Caravan, quien atribuyó estas diferencias al metabolismo. "La mejor prueba fue la que fue más estable".
El equipo continua la investigación hacia una nueva fase con el mejor y más estable compuesto llamado FBP8, y esperan que las pruebas en humanos puedan empezar en otoño. Sin embargo, podría llevar cinco años más de investigación, antes de ser finalmente aprobado para uso clínico rutinario. (http://www.diariomedico.com/)
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