
La noche anterior había andado de joda toda la noche, ni siquiera se acordaba como había regresado a su casa...
Preso de un dolor de cabeza lacerante, dolidos todos los músculos del cuerpo, la garganta más reseca que lengua de loro; en la boca un sabor a cobre, vinagre. Tenía miedo aún de abrir los ojos pues lo esperaba, de seguro, la bronca de su mujer. Abrió los ojos como pudo, y lo que vio lo dejó loco.
Sobre la mesa de noche estaba una pequeña hielera llena de cubitos de hielo con par de cervezas bien frías..... Al lado, había un par de Alka-Seltzers y un vaso de agua. Recargado en el vaso estaba un sobrecito perfumado, El tipo anonadado abrió el sobre y en su interior halló un recado que decía:
”Amor mío, vida de mi vida:
Perdona que no esté aquí para atenderte, salí un momento, pero regreso al rato para estar contigo, te he dejado estas cosas sobre la mesita para que alivies el malestar que quizá sientas después de la borrachera de anoche.
“Te he preparado un caldo como a ti te gusta; pollo y res que te espera en el comedor, le pedí a nuestro hijo que te lo sirva y que esté pendiente de ti.
Te dejo un beso con todo mi amor.
Atentamente:
Tu esposa que te adora
El hombre no daba crédito a sus ojos, bebió con deleite las dos cervezas bien frías, se bañó, se vistió y bajo al comedor y ahí en efecto lo esperaba su hijo, que lo saludó con cariño y le sirvió el caldo preparado por su madre.
Se lo comió en silencio, y el asombrado padre, pensó; ¿Qué esta sucediendo?, ¿Soñaba acaso?, ¿Era aquello una vana ilusión de los sentidos?
Entonces se atrevió a preguntar con timidez: "¿Qué pasó anoche, hijo?".
Llegaste a las 3 de la mañana y venías en completo estado de ebriedad.
Chocaste el auto en la puerta del garaje.
Le diste una patada al gato.
Vomitaste en la sala y arruinaste la alfombra que mamá acaba de comprar.
Te measte en el closet, y luego te caíste en la escalera y ahí quedaste........ Privado, y sin sentido.
Tuvo que despertarme mi mamá para que la ayudara a llevarte a la cama.
Y ¿Entonces? -pregunta el señor- ¿por qué todo esto? ¿Por qué las cervecitas y el amoroso recadito, y el tremendo caldo y todas estas finas atenciones?
-Responde el muchacho - Porque mamá te iba a desvestir en la cama y cuando empezó a bajarte los pantalones tu dijiste:
¡¡¡QUIETA PERRA!!!, ¡¡¡QUIETA!!!, ¡¡¡QUE SOY UN HOMBRE CASADO!!!.
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