Por aquelarre se entiende el lugar donde las brujas (sorginak en euskera) celebran sus reuniones y sus rituales. Aunque la palabra viene del euskera se ha asimilado en castellano y por extensión se refiere a cualquier reunión de brujas y brujos.
En la modernidad y hace ya cierto tiempo, nos referimos con dicha expresión a un estado de cosas caótico, impredecible, crispado, desconcertante, y como resultado de todos estos estados preocupante.
La puesta en acción o puesta en valor de esta palabra no es tan sencilla de transpolar, pero resulta indicativa de muchos aspectos actuales que los argentinos enfrentamos cotidianamente con nosotros mismos.
No hay paz en nuestros corazones, quejosos malhumorados, protestones, segmentados, son una ristra de calificativos que en mayor o menor medida nos cuadran con bastante aproximación.
Nos estamos convirtiendo poco a poco en perfectos renegados, lo bueno es regular, lo regular es malo y lo malo es absolutamente catastrófico, la "buena onda" es de tirifilos (antigua pero bella palabra), debemos arrogarnos la seriedad del que sufre siempre, sin descanso, profundamente.
Estamos tan ocupados cuasi entretenidos en la doliente queja, que cuando las cosas mejoran un poco no lo percibimos a tiempo.
Mas adelante entonces aparece la nostalgia ese anhelo del pasado, a menudo idealizado y poco realista. Ese sufrimiento de pensar en algo que se ha tenido y que ahora ya no se tiene; "te acordás hermano?.
Este corto mensaje solo pretende golpear la campanilla, suave pero fuertemente, con un sonido persistente, que sin aturdir insista en llegarnos muy adentro, tal vez un cuenco milenario, que con su retumbe despierte nuestro instinto de conservación en su integralidad.
Seguir derrapando en una curva interminable a la que no le vemos final, abruma el tiempo, la demora, el juego de nunca acabar.
Aceptemos que ligera es la vida, y sin embargo, que pesada la podemos hacer, es oportuno entonces recordar al gran poeta que nos decía:
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado, da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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