
"Ese que entró es Juan, pero esa no es su esposa..."
"No, es una amante que él tiene" -dijo el hombre calmadamente-.
La mujer comenzó a criticar la actuación de su amigo, y el esposo la paró en seco diciéndole:
"No te metas en esos asuntos, deja que los otros vivan su vida".
Los esposos siguieron cenando, cuando se acercó a ellos una chica guapísima que le dijo al marido:
"Oye, me dejaste esperando ayer...".
"Sí, se me presentó un problema. Pero yo paso por tu casa hoy".
"O.K., nos vemos" -dijo la chica-, retirándose de la mesa ante el asombro de la esposa, quien le preguntó enseguida a su marido:
"Y esa, ¿Quién es?
"Esa es mi amante" -le aclaró el hombre-.
La mujer se puso como el diablo, y comenzó a decirle improperios al marido, pidiéndole hasta el divorcio.
"No hay problema, yo te doy el divorcio. Pero recuerda que la casa, el auto y el negocio están a mi nombre. También vete olvidando de los viajes a Europa y de las tarjetas de crédito...".
La mujer se calmó, y luego de analizar la situación, le dijo cariñosamente al esposo:
"La amante de nosotros es más bonita que la de Juan...".
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