La llegada de un segundo tifón en menos de diez días amenaza con generar una nueva crisis de seguridad nuclear en la central japonesa de Fukushima.
Los funcionarios de la instalación japonesa trabajan a todo ritmo para evacuar el agua que dejó hace una semana el tifón Wipha y así estar listos ante las fuertes lluvias que se esperan.
Hace una semana, las precipitaciones de Wipha llegaron a acumular tal cantidad de agua en torno a los tanques de almacenamiento de líquido radiactivo, que hicieron que se desbordara y posiblemente se filtrara al mar.
Los trabajadores hasta ahora trasladaban el agua que el último tifón dejó en el exterior a unos tanques para sometarla a tratamientos.
Pero, con dos tifones tan seguidos, esos tanques están llenos. La empresa decidió trasvasar el agua a una serie de piscinas subterráneas donde se ha demostrado hay filtraciones.
Fukushima sigue crisis desde que fue golpeada por un terremoto y un tsunami en marzo de 2011. BBC Mundo
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