Un innovador desarrollo con nanodiamantes permite reforzar la aplicación de un fármaco contra la leucemia y ampliar su retención en las células cancerosas, en una magnitud lo bastante grande como para abrir la perspectiva de un uso futuro de esta técnica como tratamiento de quimioterapia.
Mediante la estrategia de enlazar nanodiamantes con múltiples moléculas de un fármaco comúnmente usado contra la leucemia, unos científicos de la Universidad Nacional de Singapur y la de California en Los Ángeles (UCLA), han conseguido aumentar la dosis del fármaco que llega a las células cancerosas y retener éste dentro de tales células, atacándolas así con una contundencia mucho mayor y sin el correspondiente aumento de los efectos secundarios para el paciente.
Este esperanzador descubrimiento, fruto de los esfuerzos del equipo de Dean Ho de la UCLA, Yong Loo Lin de la Escuela de Medicina en la Universidad Nacional de Singapur, y Edward Chow del Instituto de Ciencia del Cáncer en Singapur y profesor en el Departamento de Farmacología, podría solucionar uno de los mayores problemas en el tratamiento de la leucemia: el que se presenta cuando las células cancerosas desarrollan modos de bombear los fármacos anti-cáncer hacia fuera de ellas antes de que tales medicamentos puedan hacer su trabajo.
El equipo de los citados científicos enlazó las superficies de nanodiamantes con daunorrubicina, que es hoy en día uno de los medicamentos más habituales para tratar la leucemia. Estos nanodiamantes, partículas hechas de una forma de carbono cristalizado, miden entre 2 y 8 nanómetros de diámetro.
En los experimentos, se comprobó que los complejos híbridos nanodiamante-fármaco lograban introducirse en las células cancerosas. Y también, que los nanodiamantes conseguían mantener el fármaco dentro de las células leucémicas impidiendo que éstas lo bombeasen hacia fuera. Además, debido a lo diminuto de su tamaño y a las cualidades de su superficie, los nanodiamantes pueden ser liberados dentro del cuerpo humano sin riesgo de que bloqueen vasos sanguíneos. Fuente: NCYT
miércoles, 23 de octubre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario