En caso de que encontrar algo raro, acuda de inmediato al especialista: es curable si se detecta a tiempo. También, acudir con frecuencia al ginecólogo. Y, una vez que se ha llegado a la década de los 40, es fundamental que toda mujer se realice obligatoriamente la mamografía una vez al año.
Es muy importante que la mujer aprenda a conocer sus mamas. Esto es, estar atenta a la aparición de nódulos, derrames de sangre por pezón, retracción de la piel o cualquier otro signo fuera de lo común. Pero no es el autoexamen el diagnóstico precoz por excelencia. Lo ideal es realizar una consulta una vez al año con el mastólogo.
Noticias Nº1
Un sujetador o corpiño desarrollado por la compañía estadounidense First Warning Systems promete diagnosticar el cáncer de mama. El producto está equipado con una variedad de sensores capaces de captar los cambios de temperatura en el tejido mamario y proporcionar una impresión digital que detecta la presencia de células malignas.
Según la compañía, los datos generados por el sujetador tienen 90% de aciertos. Las mujeres pueden utilizarlo durante 12 horas para lograr una lectura exacta de la temperatura. A partir de esto, pueden ser generados cuatro tipos de resultados: normal, benigno, sospecha de anomalías del tejido mamario o probables anomalías del tejido de la mama.
La idea de usar la temperatura para diagnosticar la enfermedad surgió a causa de que los tumores necesitan nutrientes para crecer y acumular células. Y, en consecuencia, este trabajo metabólico genera calor. Aún así, los expertos advierten que el producto necesita más estudios para que se demuestre su exactitud.
"Veo algunos termogramas (examen que detecta el calor) que aparecen como anormales y hacemos todo tipo de pruebas con ultrasonido, mamografía y resonancia magnética y no encontramos tumores", explica Teresa Bevers, directora del centro de prevención del cáncer de la Universidad de Texas. "Por otro lado, hay casos de mujeres con cáncer de mama que no fueron detectados en los termogramas. No es perfecto y necesita pasar por pruebas mucho más estrictas para comprender que papel tiene la lectura de temperatura en el diagnóstico", dijo.
Noticia Nº2
Un análisis de sangre puede indicar si una mujer tiene riesgo de desarrollar cáncer de mama incluso dos décadas antes del desarrollo de la enfermedad, dicen científicos.
El avance fue llevado a cabo después de que los científicos del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston y la Escuela Médica de Harvard, Estados Unidos, se dieron cuenta de que las mujeres postmenopáusicas con altos niveles de ciertas hormonas tenían dos veces más riesgo de desarrollar la enfermedad.
Y estos niveles hormonales, dicen, pueden detectarse hasta 20 años antes de que surjan los síntomas.
Las mujeres que están en riesgo son las que tienen niveles altos de estradiol, una hormona sexual femenina, de testosterona y una hormona secretada por las glándulas suprarenales, la dehidroepiandrosterona (DHEA).
La nueva prueba, expresan los investigadores, podrá usarse junto con otros factores de riesgo, como el historial familiar, para que estas mujeres tengan mejores probabilidades de recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados para detectar la enfermedad en sus etapas más prematuras.
El doctor Xuehong Zhang y su equipo analizaron los datos clínicos de casi 800 mujeres que habían sido diagnosticadas con cáncer de mama entre 1989 y 2002.
Las mujeres estaban participando en el Estudio de Salud de Enfermeras, un sondeo nacional de salud de la mujer que se lleva a cabo en el hospital desde hace varias décadas.
Todas habían pasado ya la menopausia cuando el estudio comenzó en 1989 y ninguna había recibido terapia hormonal.
Los investigadores sometieron a las participantes a dos pruebas de sangre hormonales: una al inicio del estudio y otra al final, dos décadas después.
También llevaron a cabo análisis de sangre en otras 1.600 mujeres del mismo estudio que no habían desarrollado cáncer de mama.
Posteriormente compararon los resultados de ambos grupos de participantes.
"Encontramos que un solo nivel hormonal estaba asociado al riesgo de cáncer de mama durante entre 16 y 20 años entre las mujeres postmenopáusicas que no usaban hormonas postmenopáusicas", afirma el doctor Zhang.
Los resultados mostraron que las mujeres con los niveles más altos de las tres hormonas: estradiol, testosterona y DHEAS, tuvieron entre 50 y 107% más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas con los niveles más bajos.
También se vio que las mujeres con los niveles hormonales más altos desarrollaron la forma más agresiva de la enfermedad, con recurrencia o muerte.
Y al investigar si estos niveles altos de hormonas estaban vinculados a formas específicas de cáncer de mama, encontraron que sí.
Los niveles altos de estradiol incrementaban el riesgo de una mujer de desarrollar el llamado cáncer de mama con receptor hormonal positivo, específicamente de tumores con receptor de estrógeno positivo (ER+) y con receptor de progesterona positivo (PR+).
Según el doctor Zhang este hallazgo es importante porque se puede identificar el tratamiento correcto para cada paciente.
"Nosotros y otros investigadores estamos ahora evaluando si el análisis de nivel hormonal junto con los actuales modelos de predicción pueden mejorar sustancialmente nuestra capacidad para identificar a las mujeres de alto riesgo que podrían beneficiarse de más escrutinios o de terapias de prevención".
"Si es así, esto sugiere que los niveles de hormonas deberán medirse en la clínica más de una vez cada 10 o quizás 20 años", agrega.
La Argentina
En la Argentina se estima que se producirán 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer en nuestro país. Las posibilidades de cura siempre guardan relación con el momento del diagnóstico. En los estadios iniciales, pacientes con carcinoma In situ (pre-invasor), el índice de sobre vida libre de enfermedad es del 97%. El diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de curación y asegura mejores resultados estéticos.
Pero hay aspectos de la vida de los pacientes que son muy personales y complejos y sus posibilidades de acceso a la información varían en cada caso. Por dar un ejemplo numérico, ante una patología mamaria el 16 % de las mujeres mayores de 40 años va al mastólogo, la mayoría consultaría al ginecólogo (59%) o al clínico (25%). Esto sucede porque todavía mucha gente desconoce que el profesional mastólogo es el especialista indicado para el tratamiento de las afecciones mamarias.
La Sociedad Argentina de Mastología, es una entidad científica que vincula a profesionales médicos de todo el país, para difundir y profundizar el estudio de las patologías mamarias y, fundamentalmente su prevención, para llegar a un mejor conocimiento de las lesiones a fin de lograr acciones más eficientes. En este sentido, es fundamental la tarea del médico en conjunto con el paciente “educando para la vida” y generando conciencia de la importancia de la prevención y detección temprana de la enfermedad.
Por lo general, el hospital público muestra la cara más dura de la realidad los pacientes suelen realizar consultas con poca frecuencia y los diagnósticos son más tardíos, motivo por el cual las posibilidades de éxito del tratamiento pueden disminuir.
Es muy importante que la mujer aprenda a conocer sus mamas. Esto es, estar atenta a la aparición de nódulos, derrames de sangre por pezón, retracción de la piel o cualquier otro signo fuera de lo común. Pero no es el autoexamen el diagnóstico precoz por excelencia. Lo ideal es realizar una consulta una vez al año con el mastólogo.
Desde la Sociedad Argentina de Mastología se recomienda una mamografía de base entre los 35 y los 37 años de edad en pacientes con exámenes clínicos normales sin antecedentes familiares de cáncer de mama. A partir de los 40, una mamografía por año. En pacientes con antecedentes fuertes (familiar directo, madre, hermana) se recomienda realizar la mamografía 10 años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano. Por lo general, es a los 30 años.
Es muy importante que la mujer aprenda a conocer sus mamas. Esto es, estar atenta a la aparición de nódulos, derrames de sangre por pezón, retracción de la piel o cualquier otro signo fuera de lo común. Pero no es el autoexamen el diagnóstico precoz por excelencia. Lo ideal es realizar una consulta una vez al año con el mastólogo.
Noticias Nº1
Un sujetador o corpiño desarrollado por la compañía estadounidense First Warning Systems promete diagnosticar el cáncer de mama. El producto está equipado con una variedad de sensores capaces de captar los cambios de temperatura en el tejido mamario y proporcionar una impresión digital que detecta la presencia de células malignas.
Según la compañía, los datos generados por el sujetador tienen 90% de aciertos. Las mujeres pueden utilizarlo durante 12 horas para lograr una lectura exacta de la temperatura. A partir de esto, pueden ser generados cuatro tipos de resultados: normal, benigno, sospecha de anomalías del tejido mamario o probables anomalías del tejido de la mama.
La idea de usar la temperatura para diagnosticar la enfermedad surgió a causa de que los tumores necesitan nutrientes para crecer y acumular células. Y, en consecuencia, este trabajo metabólico genera calor. Aún así, los expertos advierten que el producto necesita más estudios para que se demuestre su exactitud.
"Veo algunos termogramas (examen que detecta el calor) que aparecen como anormales y hacemos todo tipo de pruebas con ultrasonido, mamografía y resonancia magnética y no encontramos tumores", explica Teresa Bevers, directora del centro de prevención del cáncer de la Universidad de Texas. "Por otro lado, hay casos de mujeres con cáncer de mama que no fueron detectados en los termogramas. No es perfecto y necesita pasar por pruebas mucho más estrictas para comprender que papel tiene la lectura de temperatura en el diagnóstico", dijo.
Noticia Nº2
Un análisis de sangre puede indicar si una mujer tiene riesgo de desarrollar cáncer de mama incluso dos décadas antes del desarrollo de la enfermedad, dicen científicos.
El avance fue llevado a cabo después de que los científicos del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston y la Escuela Médica de Harvard, Estados Unidos, se dieron cuenta de que las mujeres postmenopáusicas con altos niveles de ciertas hormonas tenían dos veces más riesgo de desarrollar la enfermedad.
Y estos niveles hormonales, dicen, pueden detectarse hasta 20 años antes de que surjan los síntomas.
Las mujeres que están en riesgo son las que tienen niveles altos de estradiol, una hormona sexual femenina, de testosterona y una hormona secretada por las glándulas suprarenales, la dehidroepiandrosterona (DHEA).
La nueva prueba, expresan los investigadores, podrá usarse junto con otros factores de riesgo, como el historial familiar, para que estas mujeres tengan mejores probabilidades de recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados para detectar la enfermedad en sus etapas más prematuras.
El doctor Xuehong Zhang y su equipo analizaron los datos clínicos de casi 800 mujeres que habían sido diagnosticadas con cáncer de mama entre 1989 y 2002.
Las mujeres estaban participando en el Estudio de Salud de Enfermeras, un sondeo nacional de salud de la mujer que se lleva a cabo en el hospital desde hace varias décadas.
Todas habían pasado ya la menopausia cuando el estudio comenzó en 1989 y ninguna había recibido terapia hormonal.
Los investigadores sometieron a las participantes a dos pruebas de sangre hormonales: una al inicio del estudio y otra al final, dos décadas después.
También llevaron a cabo análisis de sangre en otras 1.600 mujeres del mismo estudio que no habían desarrollado cáncer de mama.
Posteriormente compararon los resultados de ambos grupos de participantes.
"Encontramos que un solo nivel hormonal estaba asociado al riesgo de cáncer de mama durante entre 16 y 20 años entre las mujeres postmenopáusicas que no usaban hormonas postmenopáusicas", afirma el doctor Zhang.
Los resultados mostraron que las mujeres con los niveles más altos de las tres hormonas: estradiol, testosterona y DHEAS, tuvieron entre 50 y 107% más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas con los niveles más bajos.
También se vio que las mujeres con los niveles hormonales más altos desarrollaron la forma más agresiva de la enfermedad, con recurrencia o muerte.
Y al investigar si estos niveles altos de hormonas estaban vinculados a formas específicas de cáncer de mama, encontraron que sí.
Los niveles altos de estradiol incrementaban el riesgo de una mujer de desarrollar el llamado cáncer de mama con receptor hormonal positivo, específicamente de tumores con receptor de estrógeno positivo (ER+) y con receptor de progesterona positivo (PR+).
Según el doctor Zhang este hallazgo es importante porque se puede identificar el tratamiento correcto para cada paciente.
"Nosotros y otros investigadores estamos ahora evaluando si el análisis de nivel hormonal junto con los actuales modelos de predicción pueden mejorar sustancialmente nuestra capacidad para identificar a las mujeres de alto riesgo que podrían beneficiarse de más escrutinios o de terapias de prevención".
"Si es así, esto sugiere que los niveles de hormonas deberán medirse en la clínica más de una vez cada 10 o quizás 20 años", agrega.
La Argentina
En la Argentina se estima que se producirán 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer en nuestro país. Las posibilidades de cura siempre guardan relación con el momento del diagnóstico. En los estadios iniciales, pacientes con carcinoma In situ (pre-invasor), el índice de sobre vida libre de enfermedad es del 97%. El diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de curación y asegura mejores resultados estéticos.
Pero hay aspectos de la vida de los pacientes que son muy personales y complejos y sus posibilidades de acceso a la información varían en cada caso. Por dar un ejemplo numérico, ante una patología mamaria el 16 % de las mujeres mayores de 40 años va al mastólogo, la mayoría consultaría al ginecólogo (59%) o al clínico (25%). Esto sucede porque todavía mucha gente desconoce que el profesional mastólogo es el especialista indicado para el tratamiento de las afecciones mamarias.
La Sociedad Argentina de Mastología, es una entidad científica que vincula a profesionales médicos de todo el país, para difundir y profundizar el estudio de las patologías mamarias y, fundamentalmente su prevención, para llegar a un mejor conocimiento de las lesiones a fin de lograr acciones más eficientes. En este sentido, es fundamental la tarea del médico en conjunto con el paciente “educando para la vida” y generando conciencia de la importancia de la prevención y detección temprana de la enfermedad.
Por lo general, el hospital público muestra la cara más dura de la realidad los pacientes suelen realizar consultas con poca frecuencia y los diagnósticos son más tardíos, motivo por el cual las posibilidades de éxito del tratamiento pueden disminuir.
Es muy importante que la mujer aprenda a conocer sus mamas. Esto es, estar atenta a la aparición de nódulos, derrames de sangre por pezón, retracción de la piel o cualquier otro signo fuera de lo común. Pero no es el autoexamen el diagnóstico precoz por excelencia. Lo ideal es realizar una consulta una vez al año con el mastólogo.
Desde la Sociedad Argentina de Mastología se recomienda una mamografía de base entre los 35 y los 37 años de edad en pacientes con exámenes clínicos normales sin antecedentes familiares de cáncer de mama. A partir de los 40, una mamografía por año. En pacientes con antecedentes fuertes (familiar directo, madre, hermana) se recomienda realizar la mamografía 10 años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano. Por lo general, es a los 30 años.
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