Navegador para automóvil |
Existe un experimento que sirve para demostrar la realidad de la ceguera "atencional", el mirar y no ver, que consiste en hacer que una persona cuente en un vídeo las personas que están dando vueltas a una cancha de baloncesto con un tiempo muy limitado; al estar totalmente enfocado en esa tarea, el sujeto del experimento será incapaz de reseñar si en el centro de la pista había o no un hombre con un disfraz de gorila.
Navegador para automóvil (Foto: Xurble on Flickr)Una nueva investigación viene a sumarse en esta línea y señala que la capacidad de ver lo que estamos mirando, de ser conscientes de lo que hay delante de nuestros ojos, no sólo se ve alterada por otros elementos de nuestro campo visual sino que también la concentración en cualquier otra tarea, en este caso, la de memorizar algo, nos impide percibir visualmente nuestro entorno.
En el cerebro sucede algo parecido a lo que ocurre cuando un conductor intenta buscar una dirección o cambiar una ruta en un navegador GPS. Es imposible mirar la carretera y la pantalla del navegador a la vez y aunque podamos percibir datos de lo que ocurre tras el parabrisas si nuestra atención se centra en el navegador, no tendremos apenas información de lo que ocurre fuera.
El experimento en que se basa este estudio consistión en hacer que los sujetos del experimiento intentasen recordar una imagen y mientras debían pulsar un botón cuando una luz se encendiera. A la vez, se midió la actividad cerebral de los sujetos para determinar cuándo estaban realizando la tarea memorística.
Los participantes pueden detectar fácilmente si una luz se enciende en una habitación vacía cuando su mente no está ocupada, lo que se traduce en menores niveles de actividad (medibles) en el cortex visual. En cambio cuando la luz se activa en el momento en que el sujeto está intentando memorizar la información, esa luz se vuelve indetectable.
El profesor Nill Lavie, del Instituto de Neurociencias Cognitivas del University College de Londres, señala "La 'ceguera' parece ser causada por un cierre del camino de los mensajes visuales en el inicio del flujo de información lo que significa que mietras los ojos miran, el cerebro no ve". Esto supone un argumento más a favor de quienes sostienen que el cerebro tiene sus capacidades limitadas por un sistema de reparto de carga que impide que varios sistemas procesando datos a la vez generen una "sobrecarga". (Solo ciencia)
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