Investigadores de la misión espacial Herschel anunciaron que su nuevo estudio del asteroide Apophis reveló que es más grande pero menos peligroso de lo observado anteriormente, por lo que descartan un peligro de impacto en la Tierra el 13 de abril 2029, fecha en que pasará cerca de la Tierra, informó la Agencia Espacial Europea ESA y la NASA.
Investigadores de la misión espacial Herschel anunciaron que su nuevo estudio del asteroide Apophis reveló que es más grande pero menos peligroso de lo observado anteriormente, por lo que descartan un peligro de impacto en la Tierra el 13 de abril 2029, fecha en que pasará cerca de la Tierra, informó la Agencia Espacial Europea ESA y la NASA.
Apophis fue descubierto en 2004 y de inmediato causó preocupación en la
comunidad internacional, cuando los científicos pronosticaron un 2,6% de
probabilidad de chocar con nuestro planeta en su próximo acercamiento.
Con los nuevos datos la agencia ESA estima que el asteroide Apophis pasará
en 2029 a 36000 kilómetros de la Tierra, entre nuestro planeta y la órbita de
los satélites que vuelan a su alrededor.
También se anunció un acercamiento en el 2036, pero su trayectoria ahora se
desconoce, ya que con el acercamiento de 2029, se espera que el asteroide cambie
su órbita de manera importante.
"Herschel tuvo una buena oportunidad en el fin de semana, observando el
asteroide durante unas dos horas en su aproximación a la Tierra", señalaron los
investigadores, según ESA, mientras se encuentra a unos 14,5 millones de
kilómetros.
El asteroide se estaba moviendo a 205 segundos de arco por hora y las
nuevas mediciones lograron captar su modelo de temperatura. Las nuevas
estimaciones de diámetro son 325 +-15 metros de diámetro en vez de la cuenta
anterior, de 270 +-60 metros.
El aumento del 20% en el diámetro, de 270 a 325 metros, se traduce en un
aumento del 75% en nuestras estimaciones de volumen del asteroide o masa", dice
Thomas Müller, del Instituto Max Planck para Física Extraterrestre en Garching,
Alemania, quien lidera el análisis de los nuevos datos.
Un análisis más detallado del calor del asteroide revela que el 23% de la
luz solar que cae en este cuerpo celeste se reflecta, en vez de las estimaciones
anteriores de un 0,33 por ciento. El ciclo de calentamiento de los asteroides se
conoce como efecto Yarkovsky, y estudia cómo cambia el asteroide al ir
acercándose al Sol.
"Aunque inicialmente Apophis captó el interés público por su posible
impacto en la Tierra, ahora se considera altamente improbable en el futuro
inmediato, pero es de gran interés por sus propias características, y como un
ejemplo de la clase de objetos cercanos a la Tierra", dice Göran Pilbratt, de la
ESA.
"Nuestras mediciones únicas de Herschel juegan un papel clave para la
caracterización física de Apophis, y mejorará la predicción a largo plazo de su
órbita".
Apophis causó cierta alarma por los pronósticos y algunos científicos rusos
informaron el año pasado sobre los estudios que se habían planteado para evitar
un posible impacto del asteroide.
En tanto es otro el asteroide que causa preocupación a la comunidad
científica, el 2012 Da14. Si bien su ruta no está en la lista de asteroides con
posible impacto, según los registros de la NASA, sigue entre los cuerpos
cercanos a la Tierra que pueden ser un riesgo.
El asteroide 2012 Da14 pasará el 15 de febrero 2013 a sólo 27.000
kilómetros, y experimentados especialistas en asteroides y cometas a nivel
mundial anunciaron que se reunirán ese día para observar el paso del asteroide ,
el cual transitará entre la Tierra y la órbita de los satélites.
La agencia ESA manifestó su preocupación por el gran número de asteroides
cercanos a la Tierra que pueden significar un riesgo, entre ellos el 2012 Da14.
Según la NASA hay cerca de 5000 asteroides potencialmente peligrosos. De ahí que
la comunidad de astrónomos monitorea su presencia de continuo.
Sin embargo los asteroides están siendo vistos no solo por su riesgo sino
por la posibilidad de explotación minera. Nuevos estudios revelan el interés de
las agencias privadas en este aspecto.
Defensa
Científicos rusos están elaborando un proyecto para evitar posibles
impactos de asteroides con la Tierra y proponen desviar la trayectoria de los
cuerpos celestes peligrosos recurriendo a otros más pequeños.
Uno de los autores del proyecto, Natan Eismont, propone lanzar un
asteroide-cohete con la ayuda de la gravedad y 'abatir' a otro más grande y
peligroso, como, por ejemplo, el Apophis.
Según los especialistas, la maniobra de gravedad, que utiliza el campo
gravitatorio de la Tierra, permite de una manera significativa aumentar la
velocidad del aparato cósmico.
Los cálculos de Eismont demuestran que para realizar esta maniobra y lanzar
un asteroide-cohete con un diámetro de 15 metros y peso de 1.400 toneladas se
necesitan 1,2 toneladas de combustible y un propulsor de tiro de unos 30
kilogramos.
"Con una maniobra de gravedad se puede aumentar la velocidad hasta en 3
kilómetros por segundo", señala Eismont.
Primeramente para evaluar mejor los riesgos que supone el meteorito para
nuestra civilización, la agencia espacial rusa Roscosmos, que apoya en este
proyecto, planea lanzar una misión robótica al asteroide. El plan consiste en
posar un módulo en la superficie del Apophis y establecer allí una
radiobaliza.
La misión, que se pondrá en marcha después del 2020, permitirá recibir las
señales, de tal forma que los astrónomos puedan calcular mejor el movimiento del
asteroide y el efecto de su paso cerca de la Tierra en el 2029.
La segunda etapa es colocar un propulsor a un asteroide-cohete. El
candidato más conveniente a convertirse en 'cohete', según afirman los
especialistas, es el asteroide 2011 UK10. Para que destruya al Apophis en junio
del 2027, el propulsor del 2011 UK10 será lanzado el diciembre del 2021, a bordo
del lanzacohetes ruso Protón, mientras que el proceso de instalación finalizaría
para agosto del 2022.
El grupo de científicos de diferentes universidades rusas liderado por
David Dunham, que se ocupan de este problema, cuenta en Rusia con un laboratorio
de modelación matemática de los métodos de defensa contra la amenaza de
asteroides y cometas.
Actualmente, científicos espaciales de todo el mundo están elaborando
diferentes proyectos para evitar la posible catástrofe. Sin embargo, según
Eismont y sus colegas, su proyecto es el más seguro y eficaz.
Otros métodos, como la utilización de la gravedad de otro satélite más
grande, que cambiaría la trayectoria del asteroide o pintarlo de color blanco y
usar la energía solar para desviarlo de su trayectoria tendrían poca influencia
en el cuerpo celeste y demandarían mucho más tiempo, mientras que recurrir a un
arma nuclear para producir una explosión y destruir al asteroide acumula muchos
problemas ecológicos, así como políticos.
Las observaciones indican que en 2029 el asteroide Apophis pasará a una
distancia de 36.000 kilómetros de la Tierra y el campo gravitatorio del planeta
puede modificar su trayectoria, de manera que su nuevo acercamiento en 2036
podría terminar en un desastre.
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