El trabajo, impulsado por la Obra Social La Caixa y presentado este miércoles en rueda de prensa, pone de relieve que los fetos concebidos mediante técnicas de reproducción asistida experimentan cambios en su corazón y arterias similares a los de niños con diabetes u obesidad grave, cambios que persisten una vez nacidos.
Los investigadores afirman que este aumento de riesgo cardiovascular no se debe a las técnicas de reproducción asistida en sí, sino que puede ser la consecuencia de embarazos más complicados y de factores asociados a la infertilidad, ha afirmado el director del estudio, Eduard Gratacós.
Mediante ecografías, se ha comprobado que las paredes de las arterias de los fetos concebidos de forma artificial son más gruesas, lo que hace que la sangre haga más presión y que el corazón se tenga que adaptar para poder funcionar correctamente.
También se ha desarrollado un algoritmo predictivo mediante ecografías para poder saber qué fetos tendrán más riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular en la edad adulta.
El estudio, que publica la revista 'Circulation', se ha dirigido desde el Idibaps y el Hospital Clínic de Barcelona por Eduard Gratacós y Juan Balasch, y sus primeras firmantes son Brenda Valenzuela y Fátima Crispi.
REVERTIR EL RIESGO
Gratacós y Crispi han señalado que factor de riesgo no es lo mismo que enfermedad, y que es importante tener constancia de ello cuanto antes mejor para adoptar unos hábitos saludables que eviten desarrollar problemas en la edad adulta.
En especial, Crispi ha recalcado que en un estudio llevado a cabo hace poco, se ha demostrado que los niños concebidos mediante reproducción asistida que llevan una dieta rica en ácidos grasos omega 3 han revertido de forma importante el factor de riesgo. Fuente: EP
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