Lo más interesante de los resultados obtenidos es cómo nuestros sesos funcionan como una especie de juego de fútbol entre dos equipos rivales, el bien y el mal, placer y dolor, cielo e infierno:
Por un lado, el núcleo accumbens, responsable de los estímulos de placer. Es parte del circuito de recompensa cerebral, formado por otras áreas, como la amígdala o el córtex prefrontal. Este núcleo procesa los momentos gratificantes: sexo, drogas recreativas, comida y… la ganancia monetaria.
Por otro, la corteza insular es un área cerebral muy en boga actualmente, ya que se verificó su relación con laexperiencia subjetiva emocional. Esta área participa y se activa en la anticipación del dolor, así como también en situaciones de dolor psíquico, como la de perder algo o a alguien.
Durante los estudios, se le mostraron a los voluntarios diferentes objetos (chocolates o electrónica, por ejemplo) y se les ofrecía la posibilidad de comprarlos. Para hacer la simulación más real, se trabajó con dinero de verdad.
¿Qué sucedió? Al ver el objeto ofrecido, ante la posibilidad de adquirirlo, se activa inmediatamente núcleo accumbens, el área del placer. Cuanto más deseable el producto, se registra más actividad en el centro del placer.
En resumidas cuentas: renunciar a adquirir eso que se nos ofrece, nos produce dolor. No es casual, entonces, que el capitalismo sea la religión con más seguidores en el mundo.
Y hay un dato más: como estudio adicional, se les mostró a los participantes los mismos productos, pero avalados por una celebridad. Resultado: el centro del placer tuvo una inmediata activación adicional.
Representacíón de respuestas de comportamiento y tiempos ante la presentación de un producto vs. el apoyo de una celebridad (tomado de Brain Mechanisms of Persuasion). |
¿Tú qué piensas?
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