De tolerancia cero a tolerancia 25 gramos...
(U24). Con el plenario de las comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico y de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación debatiendo unos 8 proyectos de ley que buscan despenalizar la tenencia de estupefacientes para consumo personal surge como interesante conocer cómo se da ese mismo debate en USA.
Sin poner en duda las calificaciones de quien allí exponen (entre ellos el ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni , la ministra de Seguridad, Nilda Garré; el titular del Sedronar, Rafael Bielsa, el director de Adicciones de la Secretaría de Determinantes de la Salud y Relaciones Sanitarias del Ministerio de Salud, Alberto Calabrese o la doctora Mónica Cuñarro, las posturas que mantengan, la experiencia estadounidense –los creadores de la Guerra a la Drogas y a la vez el país occidental de mayor consumo de drogas en el mundo- puede brindar alguna luz adicional sobre el tema.
Cuenta Time que el Gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quiere cambiar las leyes estaduales para despenalizar la marihuana. El Alcalde de Nueva York, Mike Bloomberg, y el comisionado de Policía Ray Kelly, se han apresurado a aceptar la propuesta.
El gobernador ha presentado un proyecto de ley para reducir las penas por posesión de pequeñas cantidades de marihuana, en un esfuerzo para rebajar las detenciones relacionadas con ella y que suelen afectar en mayor medida a las minorías latina y afroamericana.
"Esta nueva ley salvará a miles de neoyorquinos, que son de manera desproporcionada jóvenes negros e hispanos, de cargos por delitos menores", dijo Cuomo en un comunicado tras presentar la iniciativa junto a un grupo de legisladores estatales y acompañado de varios activistas.
Se trata de una iniciativa para que se despenalice la posesión de 25 gramos o menos de marihuana en público, lo que reduciría de forma notable el número de detenciones por posesión de cannabis en todo el estado de Nueva York.
Bajo la legislación actual, se pueden presentar cargos contra cualquier persona que sea descubierta en público en posesión de 25 gramos o menos de marihuana, algo que, con la propuesta del gobernador demócrata, pasará a considerarse una infracción merecedora de una multa.
El consumo de marihuana en público seguirá siendo considerado un delito, por lo que continuará suponiendo la presentación de cargos contra el infractor.
La iniciativa de Cuomo, que debe ser aprobada ahora por la Legislatura estatal, responde a la creciente preocupación entre los neoyorquinos ante el aumento de detenciones por posesión de menores cantidades de cannabis, que, según datos del Gobierno estatal, han pasado de 2.000 en 1990 a más de 50.000 en 2011.
El 50% de los detenidos son menores de 25 años y el 82% son miembros de las minorías hispana y afroamericana, y su detención por este delito queda en su expediente, lo que, según el gobernador, se convierte en una barrera para que los jóvenes encuentren empleo.
El alcalde de Nueva York, el independiente Michael Bloomberg, respaldó la medida anunciada por Cuomo debido al gran impacto de la legislación actual en la Gran Manzana, donde se producen de promedio el 94% de las detenciones cada año.
"La propuesta sobre la marihuana del gobernador Cuomo logra el equilibrio adecuado y garantiza que la Policía de Nueva York siga teniendo las herramientas que necesita para mantener la seguridad ciudadana, entre ellas la detención a quienes vendan o fumen marihuana en público", dijo Bloomberg.
Varios activistas dieron la bienvenida también a la nueva iniciativa de Cuomo, ya que consideran que "ayudará a restaurar la confianza entre las comunidades y los agentes del orden", según dijo en un comunicado la directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman.
Esa organización ha denunciado en repetidas ocasiones el aumento de los registros de la policía a latinos y negros en Nueva York, una práctica que ha acabado con un gran número de ellos detenidos debido a la legislación que Cuomo desea ahora cambiar.
La Unión de Libertades Civiles presentó en mayo un estudio que reveló que en 2011 la policía paró en la calle a 685.724 neoyorquinos de los que el 41,6 % eran varones latinos y negros de entre 14 y 24 años, un grupo que representa sólo el 4,7% de la población total de la ciudad.
La propuesta de modificación de Cuomo es de hecho un repudio del programa de “detención y cacheo” de Bloomberg que ha arrestado a más de 400.000 personas por delitos conexos con la tenencia de Así y todo, conseguir marihuana en NY es tan fácil como siempre. El consumo, por su parte, tampoco ha descendido.
Pareciera que la anterior táctica de Bloomberg estaba haciendo muy poco aparte de crear nuevos clientes para el servicio industrial-penitenciario.
Todo el que haya experimentado la “vida americana” durante la adolescencia sabe que tan presente está la marihuana en USA y lo fácil que es adquirirla. Si la policía detuviese y cachease a cada chico blanco en casi cualquier ciudad o la universidad, habría un montón de arrestos por posesión de marihuana. Sin embargo, son los negros los que son detenidos y registrados por la policía, como ocurre aquí con las clases más relegadas de la sociedad argentina: los que se encuentran con bolsas pequeñas de marihuana son absorbidos por el sistema de justicia y permanecen marcados como criminales para siempre.
Esto significa que tendrá que sortear todo tipo de obstáculos para encontrar trabajo, no podrá calificar para recibir ayuda estudiantil y es probable que le denieguen vivienda pública. Estos hombres quedan prácticamente eliminados de la sociedad por un delito no violento que muchos estadounidenses de hecho practican o que cuando son detenidos terminan admitiendo sólo para no enfrentar cargos más severos, con sus consecuentes penas. Fracasan por USA al igual que el fracaso de nuestros adictos es no sólo un fracaso individual sino uno social.
Cuomo reconoce que la detención por pequeñas cantidades de marihuana no es pragmático en términos de tiempo y energía invertidos por la policía, los fiscales y los tribunales-de Nueva York (más personas son detenidas por posesión de pequeñas cantidades de marihuana que por cualquier otro delito). Cuomo también sabe que no tiene sentido arruinar las perspectivas de empleo de tantos neoyorquinos por ese delito.
Doce estados ya han despenalizado la marihuana, incluyendo a California, pero debido al tamaño de Nueva York y el lugar que ocupa en la lógica de USA, la despenalización de la marihuana en el estado representa un importante punto de inflexión para el resto del país. .
Recuerda el Profesor Asociado de Derecho de la Ohio State University, Michelle Alexander, que la pérdida de potencial humano por la posesión de pequeñas cantidades de marihuana es asombroso. "Si Barack Obama hubiese sido atrapado por hacer eso mismo [fumar marihuana en la escuela secundaria], habría sido tildado de criminal y las posibilidades de que él lo haya terminado la universidad son escasas", dijo Alexander. "Ni siquiera tendría el derecho a votar". Mucho menos ser electo.
Bill Clinton, blanco él, también tuvo que transpirar un poco con su admisión de que probó pero no tragó el humo de un porro.
Retomando, la despenalización es un paso positivo hacia la detención de los daños, dice Alexander, pero también piensa que hay que hacer aún más: "Me parece alentador que Cuomo reconozca las dimensiones raciales de estos arrestos por marihuana y las consecuencias de por vida de hacerse con un registro de antecedentes penales. Una vez que se registra un registro penal, incluso por posesión de marihuana, ese registro queda allí de por vida", dice Alexander. "Es alentador que Cuomo reconozca cómo la gente de color ha sido objeto de una aplicación discriminatoria, y un registro de antecedentes penales te puede relegar a la permanente condición de ciudadano de segunda clase. Lo que me gustaría ver es si Cuomo irá aún más allá y requerirá la cancelación de los registros penales de antecedentes de quienes han sido acusados de posesión de marihuana para asegurar que aquellos que fueron detenidos antes del cambio de política no queden marcados de por vida". ¿Hará eso la Argentina?
Pero, ¿qué decirle a los que piensan que si usted no puede cumplir la pena, entonces no debería cometer el delito? ¿O a los que piensan que es culpa de los perpetradores por poseer hierba prohibida en su bolsillo y por lo tanto su problema? Alexander tiene una respuesta. "Hay quienes creen que el gobierno no debe estar en el negocio de encerrar a la gente y ponerlos en jaulas por ingerir marihuana. El consumo de drogas debe ser entendido como un problema de salud pública y no como de política criminal. Yo comparto esa opinión", dice.
"¿Por qué criminalizar la marihuana? Si somos honestos con nosotros mismos, tenemos que admitir que el daño asociado con ser tildado de criminal a perpetuidad es mucho más devastador para los individuos y sus familias que cualquier daño potencial asociado con fumar marihuana.
Habrá real debate cuando se aborde el asunto desde una óptica que incluya a la salud pública, la sociología, y el respeto a las libertades individuales. No desde el prisma político-criminal. Allí sólo hay dominación de los poderosos sobre los débiles.
Evidentemente el giro de Cuomo -que tienen aspiraciones presidenciales a futuro- no vendría sin la seguridad de que su electorado va en el mismo sentido. Nadie en USA se suicida políticamente de esa manera.
El tema tiene además potencial de nacionalizarse con la elección en el estado de Colorado de noviembre donde, a la boleta presidencial, se le sumará un referéndum para permitir el consumo de marihuana para fines médicos. Colorado es un “swing state” o sea que puede terminar siendo demócrata o republicano. Puede ser el tema que movilice a los jóvenes a darle una victoria a Obama.
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