Por primera vez revelan cómo el emplazamiento de pueblos y ciudades provocó la extinción de las plantas locales. El estudio, llevado a cabo por un equipo internacional de botánicos comparó los índices de extinción de plantas en 22 ciudades del mundo.
Tanto Singapur como Nueva York contienen menos de un décimo de las plantas originales, dice el informe publicado en la revista Ecology Letters.
Sin embargo la ciudad de San Diego en Estados Unidos y Durbán en Sudáfrica aún retienen las dos terceras partes de la vegetación original.
El ritmo del cambio en las ciudades y la cantidad de plantas que quedan nos ofrecen indicios sobre qué especies sobrevivirán en el futuro, dicen los expertos.
El rápido y continuo crecimiento de las ciudades y los pueblos son una amenaza significativa para la biodiversidad global
Amy Hahs, investigadora
“El rápido y continuo crecimiento de las ciudades y los pueblos son una amenaza significativa para la biodiversidad global”, dijo la doctora Amy Hahs, una experta que trabaja en el Centro Australiano de Investigación sobre la Ecología Urbana en los Jardines Botánicos Reales de Melbourne.
Hahs junto con colegas de universidades de Australia, Nueva Zelanda, Singapur, el Reino Unido y EE.UU. analizaron cómo es que ocurre este proceso, con el fin de hallar la manera de prevenirlo.
El equipo de expertos recopiló información sobre la extinción de las plantas en 22 áreas urbanas divididas en tres categorías.
Primero, examinaron las ciudades en las que la flora nativa había comenzado a sufrir cambios hace más de 400 años.
Casi todas son ciudades europeas, incluyendo Glasgow en el Reino Unido, Viena en Austria y Zurich en Suiza.
También seleccionaron ciudades en los que la vegetación comenzó a cambiar después de 1600, pero antes de que se llevaran a cabo investigaciones sobre la flora. Entre dichas ciudades figuran Nueva York y Chicago en EE.UU. y Auckland en Nueva Zelanda y Singapur.
La tercera categoría incluye ciudades con grandes áreas de flora nativa cuando se realizaron investigaciones, pero que después se transformaron a raíz del desarrollo urbano. Entre ellas se encuentran Los Ángeles y San Diego en EE.UU, Adelaida en Australia y Ciudad del Cabo y Durbán en Sudáfrica.
De esta manera los expertos lograron determinar cómo la historia de un pueblo o ciudad influyó en la cantidad de plantas desaparecidas.
Inversión
¿Podrán reverdecer las calles de Nueva York?
Las ciudades incluidas en las dos primeras categorías fueron -por mucho- las que manifestaron un índice de extinción más elevado.
“Por ejemplo, Singapur y Nueva York han perdido 600 especies de plantas de una riqueza inicial de 2.179 y 1.361 especies respectivamente”, le dijo Hahs a la BBC.
No obstante, en general, las ciudades con más de 30% de vegetación sufrieron menos pérdidas.
“Según las prácticas de diseño y planificación actuales, es muy difícil mantener 30% de la vegetación nativa dentro de un área urbana, pero se pueden hallar soluciones al problema ya sea con diseños innovadores o proyectos de restauración para preservar la biodiversidad local”, explicó Hahs.
Es más, si no se interviene más, los investigadores creen que Melbourne, por ejemplo, perderá más de la mitad de sus 1.200 plantas originales en los próximos 100 años.
“Si queremos conservar la diversidad vegetal en nuestras ciudades debemos proteger y restaurar las áreas de vegetación nativa”, sostiene Hahs.
“Las plantas y las personas pueden coexistir en las zonas urbanas. Sólo necesitamos considerar la vegetación como una inversión a largo plazo más que un bien del que podemos prescindir”.
BBC Londres
martes, 13 de octubre de 2009
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