
"Si uno quiere, puede". Parece un slogan publicitario, pero es la frase que Roberto Onreita repite una y otra vez. Acaba de representar al país en los Juegos Mundiales para Deportistas Trasplantados 2009 que se jugaron en Australia, y obtuvo dos medallas de bronce en natación y volley, según publica el boletín denovedades del Hospital Hospital, institución donde fue transplantado el paciente.
Luce sus trofeos con orgullo y no es para menos: nunca imaginó que en el transcurso de cuatro años sería trasplantado dos veces de hígado, contraería una infección linfática, se casaría, tendría un hijo, aprendería a nadar y competiría en un Mundial.
Jugó en las categorías 200, 400, 100 y 50 metros de natación, y posta, y obtuvo dos medallas de bronce, dos cuartos puestos y dos sextos puestos. "Competí con gente de 48 países. Me voy muy contento", aseguró. Fueron 25 los argentinos trasplantados que participaron, de los cuales solo tres eran trasplantados de hígado. Ganaron, en total, 25 medallas.
(U24)
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