La retinitis pigmentosa vinculada al cromosoma X se debe a un defecto genético que se transmite de madres a hijos varones. Las niñas son portadoras del defecto, pero no desarrollan el tipo de pérdida de visión que aparece entre los varones, recordó Noticias de la Ciencia.
Bastante gente en el mundo padece de esa variedad de retinitis pigmentosa, caracterizada por una pérdida inicial de la visión periférica y la visión nocturna, que luego se convierte en visión túnel, y finalmente en ceguera. Sólo en Estados Unidos, la cifra asciende a unas 100.000 personas.
La forma de retinitis pigmentosa abordada en el nuevo estudio es la más común, y está causada por la degeneración de células sensibles a la luz conocidas como células fotorreceptoras y que están presentes en los ojos.
Esta dolencia comienza a temprana edad, así que aunque los niños afectados nacen pudiendo ver, poco a poco pierden la visión, y muchas veces se quedan ciegos en la segunda década de vida.
El equipo de William W. Hauswirth y Alfred S. Lewin, de la Universidad de Florida, y sus colegas de la Universidad de Pensilvania, afrontaron con éxito el reto tecnológico de clonar una copia funcional del gen afectado en un virus que sirvió como vehículo para transportarlo hasta la parte apropiada del ojo.
Ellos también clonaron un "interruptor" genético para activar el gen una vez que estuviera en su lugar, de modo que éste pudiera comenzar a producir una proteína necesaria para que volvieran a funcionar las células dañadas de los ojos.
Los investigadores fueron capaces de curar animales aquejados de retinitis pigmentosa vinculada al cromosoma X. Los genes inyectados llegaron con precisión al sitio en que eran necesarios, y no a otras partes del cuerpo.
Los investigadores repetirán el tratamiento a una escala más grande y a más largo plazo, a fin de verificar la fiabilidad de la técnica, y también para asegurarse de que la versión del virus que se utilice sea segura para los humanos.
Mácula
En tanto, se ha descubierto que la vitamina D reduce los efectos del envejecimiento en los ojos de los ratones y mejora significativamente la visión en ratones viejos, y los autores del hallazgo esperan que esto signifique que los suplementos de vitamina D pueden proporcionar una vía simple y eficaz para combatir eenfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular.
En el fondo de los ojos de los mamíferos hay una capa de tejido que es la retina. Las células de la retina detectan la luz que entra en los ojos y luego envían mensajes al cerebro. De esa forma funciona nuestra visión.
La retina necesita, proporcionalmente, más energía que cualquier otro tejido del cuerpo, por lo que requiere tener un buen suministro de sangre. Al envejecer, sin embargo, la alta demanda de energía conduce a la acumulación de partículas y aparece una inflamación progresiva incluso en individuos que, por lo demás, están sanos.
En los seres humanos esto puede provocar que a los 70 años de edad la cantidad de células receptoras de luz de los ojos haya disminuido hasta un 30%, y se tenga por tanto una visión más pobre.
El equipo de Glen Jeffery, profesor en el Instituto de Oftalmología del University College de Londres, encontró que cuando se suministró vitamina D a ratones viejos durante apenas seis semanas, disminuyó la inflamación ocular que padecían, se eliminaron parcialmente las partículas, y las pruebas demostraron que su visión había mejorado.
La vitamina D ayuda a la absorción de calcio y fosfato de los alimentos, y es esencial en la formación de huesos y dientes. Una deficiencia de vitamina D puede tener malas consecuencias en el crecimiento de los huesos, causar raquitismo en los niños y osteoporosis en adultos.
Hay 2 fuentes de generación de vitamina D.
Una es a través de la piel, por inducción de los rayos ultravioleta.
La otra, a partir de alimentos ricos en ella.
Pero, a causa de que la dieta cotidiana de numerosas personas no suele ser, por lo general, muy abundante en dicha vitamina, entonces es importante recibirla tomando el Sol.
El vínculo entre la vitamina D y varias enfermedades relacionadas con la edad podría estar asociado a nuestra historia evolutiva, tal como argumenta el profesor Jeffery. Durante gran parte de la historia humana, hubo una exposición a una luz solar intensa durante todo el año, lográndose una producción de una cantidad suficiente de vitamina D.
En 2do. lugar, la esperanza de vida en los países desarrollados ha aumentado significativamente en los últimos siglos, así que la menor exposición a la vitamina D ahora se combina con una vida excepcionalmente larga, lo cual hace surgir problemas de salud que antaño la gente no experimentaba porque solía morirse antes.
Aunque se necesitará hacer ensayos clínicos en humanos antes de poder recomendarles a las personas mayores que tomen suplementos de Vitamina D, se sabe que en los países poco soleados y con dietas que hoy suelen ser pobres en vitamina D, hay bastante gente con niveles insuficientes de esta vitamina, lo que podría tener más repercusiones de lo temido sobre su salud.
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