Gobiernos, sector privado y sociedad civil se comprometen a reducir el consumo de sal a través de una alianza regional que coordine acciones para salvar vidas y reducir los costos asociados a las enfermedades no transmisibles.
Sal yodada.
Los regímenes de alimentación modernos contienen cantidades excesivas de sal. El consumo de más de 5 gramos por día en ciertas personas aumenta la prevalencia general de la hipertensión. Este padecimiento es el principal factor de riesgo para infartos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal y cardíaca. En muchos países de las Américas, el consumo de sal triplica el nivel recomendado.
“El exceso de sal es muy común en nuestra dieta moderna, y todos sabemos que un grano de sal recorre un largo camino. Todos los actores interesados tenemos un papel que jugar. Trabajemos juntos y con el compromiso de caminar hacia delante”, afirmó la médica Mirta Roses Periago, directora de la OPS. En 2012, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) cumple 110 años y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con todos los países del continente americano para mejorar la salud y la calidad de la vida de las personas de las Américas y actúa como la Oficina Regional para las Américas de la OMS. La OPS decidió organizar un grupo de 20 expertos de la salud y nutricionales de gobiernos, sociedad civil, universidades y representantes de las empresas multinacionales de la bebida y alimentarias, para trabajar en la reducción del sodio alimentario en las Américas. El encuentro fue el 28 y 29 de agosto en la sede de la OPS en Washington, D.C. “El consumo excesivo de sal es un claro reto de salud pública para la región y La reducción de la sal alimentaria es claramente un beneficio para toda la sociedad”, dijo la doctora Branka Legetic, asesora regional para las Enfermedades No Transmisibles de la OPS/OMS. Las principales empresas de alimentos y bebidas expresaron su compromiso con una iniciativa de múltiples colaboradores directos, un nuevo modelo de alianzas que la OPS está utilizando con el Foro Panamericano para la Acción sobre las Enfermedades No Transmisibles (PAFNCD) para involucrar a todo el gobierno y a toda la sociedad en el abordaje de la prevención y el control de enfermedades crónicas. En la reunión, se acordó implementar un enfoque común y progresivo para la reducción de sal en los alimentos, con el apoyo de los gobiernos y de la industria, así como en trabajar en la concientización del consumidor. El consorcio trabará conjuntamente en los próximos meses en desarrollar un ambiente positivo para reducir el consumo de sal en las Américas, así como en establecer objetivos específicos y el tiempo en el cual se concretarán, con la industria continuando sus esfuerzos progresivos por reformular productos, con gobiernos considerando los lineamientos, políticas y legislación adecuados, y con todos los socios apoyando los esfuerzos de promoción, comunicación y marketing social. “Hubo un claro reconocimiento a que trabajar en silos no ha producido los resultados esperados en reducir el consumo de sal excesivo en la dieta. Todos los interesados directos tienen un papel a jugar en esta situación, y esfuerzos previos nos han mostrado que cuando los gobiernos trabajan con la industria y la sociedad civil en reducir la sal en los alimentos, pueden alcanzar el éxito”, dijo la doctora Irene Klinger, Asesora Principal y Coordinadora del Foro Panamericano para la Acción sobre las Enfermedades No Transmisibles. El Foro Panamericano para la Acción en las Enfermedades No Transmisibles es una iniciativa de la OPS/OMS concebida como una plataforma en la que participan representantes de todo el gobierno y de toda la sociedad para afrontar la epidemia estas enfermedades en las Américas, con la colaboración de todos los socios en iniciativas innovadoras que promueven salud a todos los niveles, reducir los costos asociados con las enfermedades no transmisibles y salvar vidas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario