Varias de las infracciones de Samsung son responsabilidad de Android, sistema creado por la compañía del buscador. Por cada iPhone vendido en el mundo, se colocan tres teléfonos de su rival
Apple ha conseguido una importante victoria contra Samsung, a la espera del veredicto definitivo, en la guerra de patentes que enfrenta a ambas compañías desde abril de 2011. El jurado ha rechazado las reclamaciones del fabricante surcoreano y considera que violó “intencionadamente” la propiedad industrial de Apple. Es decir, compitió copiando, en lugar de innovar. Como parte de las infracciones realizadas son responsabilidad de Google, porque la gama de teléfonos Samsung Galaxy funciona con el sistema operativo Android (creado por el buscador), el jurado da la razón póstuma a Steve Jobs. Siempre consideró a Android una copia de su iPhone.
La guerra entre ambas empresas por medio mundo no es baladí. Samsung se convirtió en el principal vendedor de móviles del mundo en abril. También es el que más teléfonos inteligentes comercializa. El segundo es Apple. El fallo abre la puerta a que el fabricante californiano amplíe la lista de agravios contra Samsung y contra todos los fabricantes del ecosistema Android, entre ellos Motorola (propiedad de las propia Google) y HTC. Hasta ahora, según el experto en patentes Florian Mueller, los tribunales han sentenciado que Android viola siete patentes de software y dos de diseño de Apple, así como tres de Microsoft. La lista podría crecer hasta 15 porque en otro caso que espera juicio en California el fabricante del iPad reclama por ocho patentes más.
Samsung ya ha perdido tres demandas contra Apple en Alemania y hay otras a la espera de juicio. También perdió en Francia y en Italia. En Holanda, por el contrario, será la empresa californiana la que indemnizará a su rival, aunque no deberá retirar del mercado sus productos. El cruce de litigios por patentes también se dirime en Australia, en un juicio que empezó en julio y que se puede alargar hasta tres meses. El viernes fue otro tribunal de Seúl (Corea del Sur) el que dictaminó que ambas se copian mutuamente, castigando con sendas multas simbólicas a las dos y obligando a retirar de las tiendas sus viejos aparatos.
Tras el fallo del jurado de California conocido la noche del viernes, que la surcoreana recurrirá, el juez podría ampliar la indemnización y, peor aún para los intereses de Samsung, impedir la venta de los terminales que violan las patentes de la empresa de Cupertino (California) en el mercado estadounidense. En cualquier caso, supone una bomba en la línea de flotación de Android y un salvavidas para Microsoft y Nokia, los beneficiarios indirectos, que tratan de contrarrestar, sin éxito de momento, la pujanza de Google y Apple en el competitivo mercado de la telefonía móvil.
Por cada iPhone vendido en el mundo, se colocan tres teléfonos Android. Y Samsung, la que más aparatos comercializa con este sistema operativo abierto, desbancó a la finlandesa Nokia del liderazgo mundial el pasado abril, tras 14 años de reinado consecutivo, gracias al empuje de la gama de smartphones Galaxy.
Si Samsung iba ganando en las tiendas la batalla por el lucrativo mercado del móvil, ahora es Apple la que se apunta una potente victoria en los tribunales. Y en su territorio. La guerra "termonuclear" anunciada por el difunto Steve Jobs contra Android no ha hecho más que empezar, porque el panorama puede cambiar ahora radicalmente. El jurado no ha invalidado ninguna de las patentes de Apple, aunque algunos expertos apuntan indicios de que otros ya anticiparon las innovaciones de iPhone.
La originalidad ha sido clave en este caso y lo debería ser siempre cuando se otorga una patente, un derecho territorial de limitada duración, suelen ser 20 años, que salvaguarda la invención. Es decir, se concede un monopolio territorial al inventor cuando su creación cumple tres requisitos: novedad mundial, actividad inventiva (no ser obvia) y tener aplicación industrial. Si quiere estar protegido en varios países, deberá obtenerla en cada uno de ellos. De ahí que la guerra por la propiedad industrial entre las tecnológicas se dilucide en tribunales de tres continentes. Mientras en Estados unidos el software se puede patentar, en Europa carece de esta protección. Varios expertos, incluido un juez federal estadounidense, aseguran que el sistema norteamericano se está desvirtuando, al validar patentes obvias o sin originalidad, que aumenta los litigios por patentes.
Más allá del efecto en Estados Unidos, el problema afecta al resto del mundo. El informe del estado de la industria móvil alertaba recientemente de los oligopolios en el ecosistema móvil con cinco gigantes al frente: Apple, Google, Amazon, Microsoft y Facebook. Cinco compañías estadounidenses. (El País)
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