Miriam Lipton tenía cáncer de mama, su pelo grueso cayó en dos semanas después de iniciar la quimioterapia.
La pérdida de cabello es uno de los efectos secundarios más despreciados de la quimioterapia, no por vanidad, sino porque alimenta el estigma, revelando al mundo una enfermedad que muchos prefieren mantener en privado.
“No necesariamente quiero contestar a preguntas acerca de mi cáncer a todo el sitio a donde voy”, recordó Lipton de 45.
Temperaturas cercanas a la congelación se supone que reducen el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo, por lo que es más difícil los medicamentos contra el cáncer alcanzar y dañar los folículos pilosos.
Refrigeración es una idea que ha existido desde hace décadas, pero nunca llegó a ser popular en los EE.UU., en parte debido a una preocupación: ¿Podría el frío evitar que la quimioterapia llegue a las células cancerosas callejeros que acechan en el cuero cabelludo?
A finales de este verano, Rugo y Melin, junto con investigadores de otros hospitales en Nueva York y California, comenzarán la fase inicial en un estudio de la marca DigniCap de enfriamiento del cuero cabelludo. La tapa de ajuste hermético o aislamiento está conectado a un aparato de refrigeración encuanto los pacientes se someten a quimioterapia. El pelo de los participantes será fotografiada por expertos para evaluacion, despues sera comparado con un grupo reducido de manera similar los pacientes que reciben solo la quimioterapia.
Lipton fue uno de 20 pacientes que pusieron a prueba la DigniCap en 2011, muchos de los cuales mantienen más de la mitad de su cabello. Lipton ha adelgazado un poco en la corona, donde la tapa no encaja bien. Pero debido a que el flequillo y el pelo circundante se mantuvo, se cubrió el adelgazamiento con una diadema, no una peluca.
Si el estudio más grande tiene éxito, el sueco Dignitana AB planea buscar la aprobación de la FDA para comercializar el producto sanitario en los EE.UU. La medida podría abrir el camino para otras marcas y cobertura de seguros.
Es evidente que hay demanda: A pesar de la falta de aprobación de la FDA, un número creciente de pacientes de Estados Unidos están alquilando un producto similar. Los pacientes transportan una colección de tapas de las sesiones de quimioterapia en hielo seco, o los almacenan en congeladores especiales proporcionados por cerca de 50 hospitales. Medical Press
martes, 23 de julio de 2013
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