La música triste en realidad podría evocar emociones positivas, revela un nuevo estudio realizado por investigadores japoneses publicado en la revista de libre acceso Frontiers in Psychology. Los resultados ayudan a explicar por qué la gente disfruta escuchando música triste, lo dicen Ai Kawakami y sus colegas de la Universidad de Tokio de Artes y el Instituto de Ciencias del Cerebro RIKEN ambos en Japón.
Kawakami y sus colegas pidieron a 44 voluntarios, entre ellos músicos profesionales y gente no especializada en la música, que escucharán dos piezas de música triste y una pieza de música alegre. Cada participante tenía que utilizar un conjunto de palabras clave para evaluar tanto su percepción de la música y su propio estado emocional.
Las piezas tristes musicales incluyen ‘La Séparation’ de Glinka en fa menor y Etude de Blumenfeld, ‘Sur Mer’, en sol menor. La pieza musical alegre era de Granados, un Allegro del Concierto en sol mayor. Para controlar el efecto “feliz” del tono mayor, también se tocó las piezas clave menor en tono mayor, y viceversa.
Los investigadores explicaron que la música triste evocó emociones contradictorias, ya que los participantes del estudio tendían a sentirse triste con la música más trágica, menos romántica y menos alegre de lo que sintieron al escuchar la misma.
“En general, la música triste provoca tristeza en los oyentes, y la tristeza es considerada como una emoción desagradable. Si la música triste en realidad evoca una única emoción desagradable, no debería escuchar“, escribieron los investigadores en el estudio.
“La música que se percibe como triste en realidad provoca una emoción romántica y una emoción triste. Y las personas, independientemente de su formación musical, experimentan esta emoción ambivalente para escuchar la música triste“, agregaron los investigadores.
Además, a diferencia de la tristeza en la vida cotidiana, la tristeza experimentada a través del arte en realidad se siente agradable, posiblemente porque este último no representa una amenaza real para nuestra seguridad. Esto podría ayudar a la gente a lidiar con sus emociones negativas en la vida cotidiana, concluyeron los autores.
“La emoción experimentada por la música no tiene peligro directo o daño a diferencia de la emoción experimentada en la vida cotidiana. Por lo tanto, se puede incluso disfrutar de las emociones desagradables como la tristeza. Si sufrimos de emoción desagradable provocada por la vida diaria, la música triste puede ser útil para aliviar esta emoción negativa“, añadieron. Medical Press
Kawakami y sus colegas pidieron a 44 voluntarios, entre ellos músicos profesionales y gente no especializada en la música, que escucharán dos piezas de música triste y una pieza de música alegre. Cada participante tenía que utilizar un conjunto de palabras clave para evaluar tanto su percepción de la música y su propio estado emocional.
Las piezas tristes musicales incluyen ‘La Séparation’ de Glinka en fa menor y Etude de Blumenfeld, ‘Sur Mer’, en sol menor. La pieza musical alegre era de Granados, un Allegro del Concierto en sol mayor. Para controlar el efecto “feliz” del tono mayor, también se tocó las piezas clave menor en tono mayor, y viceversa.
Los investigadores explicaron que la música triste evocó emociones contradictorias, ya que los participantes del estudio tendían a sentirse triste con la música más trágica, menos romántica y menos alegre de lo que sintieron al escuchar la misma.
“En general, la música triste provoca tristeza en los oyentes, y la tristeza es considerada como una emoción desagradable. Si la música triste en realidad evoca una única emoción desagradable, no debería escuchar“, escribieron los investigadores en el estudio.
“La música que se percibe como triste en realidad provoca una emoción romántica y una emoción triste. Y las personas, independientemente de su formación musical, experimentan esta emoción ambivalente para escuchar la música triste“, agregaron los investigadores.
Además, a diferencia de la tristeza en la vida cotidiana, la tristeza experimentada a través del arte en realidad se siente agradable, posiblemente porque este último no representa una amenaza real para nuestra seguridad. Esto podría ayudar a la gente a lidiar con sus emociones negativas en la vida cotidiana, concluyeron los autores.
“La emoción experimentada por la música no tiene peligro directo o daño a diferencia de la emoción experimentada en la vida cotidiana. Por lo tanto, se puede incluso disfrutar de las emociones desagradables como la tristeza. Si sufrimos de emoción desagradable provocada por la vida diaria, la música triste puede ser útil para aliviar esta emoción negativa“, añadieron. Medical Press
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