sábado, 20 de julio de 2013
Una nueva 'receta' para fabricar células embrionarias
En 2006, el japonés Shinya Yamanaka revolucionó la biología moderna al descubrir que una célula adulta (de la piel, por ejemplo) podía volver a tener las mismas propiedades que cuando aún estaba en el embrión. Es decir, la posibilidad de volver a ser embrionaria y transformarse en cualquier tejido del organismo. Un equipo de investigadores españoles acaba de demostrar que existe una receta más sencilla y más segura para obtener ese tipo de células, bautizadas como iPS.
Los trabajos del japonés (que le valieron el Nobel en 2012 por su hallazgo) demostraron que era posible añadir en la célula adulta cuatro genes para hacer retroceder su reloj biológico a la etapa embrión. Es decir, disfrutar de todas las ventajas de trabajar con células embrionarias (que son muy plásticas), pero sin los problemas éticos de manipular embriones humanos.
Sin embargo, la fórmula Yamanaka tiene un problema, de los cuatro ingredientes utilizados OCT4, SOX2, KLF4 y c-MYC, el más imprescindible (OCT4) ha resultado ser también el más peligroso, porque está relacionado con la transformación de esas mismas células en malignas. Es decir, a lo largo del proceso pueden producirse fallos que ocasionen cáncer.
Un nuevo trabajo en la revista 'Cell Stem Cell', dirigido por el español Juan Carlos Izpisúa, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), parece haber hallado una fórmula más sencilla, pero también más segura, de obtener iPS.
Como él mismo explica a ELMUNDO.es, su 'receta' no consiste en añadir genes que fomenten la pluripotencialidad de la célula adulta, sino en alterar el equilibrio de sus propios genes. Es decir, para que los restos de pluripotencialidad que aún conserva una célula adulta pasen a mandar más que sus genes de diferenciación.
Los ingredientes tienen nombres complejos, como GATA3 o ZNF521; y de hecho, emplean también alguno de los factores Yamanaka (como KLF4 y cMYC). Pero como explica la primera firmante, Nùria Montserrat, por primera vez se ha demostrado que OCT4 no es imprescindible, como se creía hasta ahora. Quizás lo más importante, añade la investigadora del CMRB, es que ya existen algunos compuestos capaces de modular esas vías, por lo que trabajan ya en la posibilidad de crear células iPS a partir de fármacos que actúen sobre esos mismos genes ahora descubiertos.
El segundo objetivo de Izpisúa y su equipo es tratar de reprogramar las iPS obtenidas hacia cualquier tejido del organismo. De hecho, anuncia sin querer entrar en detalles ("porque aún no está publicado") trabajan ya en la creación de un órgano complejo fabricado a partir de estas células embrionarias de laboratorio; "porque estas células pluripotenciales han demostrado ser tan plásticas como las generadas por la vía Yamanaka". (Medical Press) Fuente: El Mundo.es
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario