Cuál es el objetivo legislativo más importante de la industria tecnológica? Conseguir que los extranjeros se queden.
POR JESSICA LEBER TRADUCIDO POR LÍA MOYA (OPINNO)
La start-up de Silicon Valley Morpheus Medical espera que su software para diagnosticar fallos cardiacos en imágenes de resonancia magnética sirva para salvar vidas. Pero los problemas para obtener un visado en diciembre del año pasado casi dan al traste con sus planes.
"Habría sido difícil seguir con la empresa si yo hubiera tenido que volver a Francia", afirma el director de innovación de la compañía, Fabien Beckers, quien acababa de ayudar a los tres cofundadores a los que conoció en la Universidad de Stanford (EE.UU.) a conseguir una inversión de 2 millones de dólares (unos 1,5 millones de euros). Los nuevos inversores habían incluido una condición en los acuerdos: antes de entregar los fondos, Becker tenía que conseguir un visado.
Beckers consiguió un respiro ganando un visado especial para "genios" de tres años. Pero no todo el mundo podría tener la misma suerte, así que el año pasado Beckers empezó a contar su historia a la prensa y a aparecer en anuncios formando parte de una campaña de concienciación del sector tecnológico estadounidense para lograr unas leyes de inmigración menos estrictas.
La empresas de capital riesgo y compañías como Microsoft y Dropbox esperan poder influir en el resultado de varias leyes a aprobar por el Congreso, leyes que forman parte de un esfuerzo de reforma de la administración de Obama entre cuyos objeticos está legalizar a 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en EE.UU.
La industria tecnológica, entre ellos FWD.us, un lobby lanzado en abril por Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, quiere que se cree un "visado start-up" para emprendedores como Beckers que recaudan dinero de inversores estadounidenses, instaurar un procedimiento más sencillo de adquirir la residencia para los licenciados en ciencias extranjeros y, lo más polémico, lograr un aumento del número de visados H-B1, los visados para los trabajadores temporales especializados, disponibles anualmente, de 65.000 a 100.000.
En un editorial en el periódico Washington Post, Zuckerberg argumentaba que en la "economía del conocimiento" no tiene sentido rechazar a gente con talento, comparando a este talento con el petróleo u otros recursos naturales del tipo que alimentaron booms industriales anteriores.
Según AnnaLee Saxenian, decana de la Facultad de Información de la Universidad de California Berkeley (EE.UU.), las empresas de Silicon Valley han crecido gracias a que han reclutado talento extranjero (muchos de ellos educados en universidades estadounidenses), por lo menos desde la década de 1970.
Este año los 65.000 visados H-1B disponibles se agotaron en cinco días. Pero no todo el mundo cree que aumentar el cupo de H-B1 sea una buena idea. Algunos analistas afirman que los trabajadores temporales de la industria tecnológica han hecho que los salarios no suban. Además, una gran cantidad de H-B1 van a empresas de deslocalización indias que traen trabajadores a Estados Unidos para ayudar a las compañías estadounidenses a llevarse el trabajo al extranjero.
Según Saxenian, incluso los visados para start-ups tendrían que vigilarse muy de cerca. Si no, afirma, todos los padres ricos de China podrían montar una start-up falsa para sus hijos y saltarse las leyes de inmigración.
El desequilibrio entre el valor de los inmigrantes y los visados disponibles ha dado lugar a distintas soluciones por hacerse con el talento extranjero. En 2007 Microsoft inauguró uncentro de desarrollo de software en Vancouver (Canadá), para tener allí a los trabajadores a los que aún no podía traer a su sede de Redmond (EE.UU.). En San Francisco se habla de un "Googleplex flotante" capaz de albergar start-ups en un barco en aguas internacionales. Este año, la administración canadiense colocó un anuncio en la autopista 101, la principal arteria entre San Francisco y Silicon Valley, invitando a los emprendedores con problemas de inmigración a "pasarse a Canadá" y trasladar sus start-ups hacia el norte.
Para captar talento extranjero, Google y otras grandes empresas ya operan fuera de Estados Unidos, en ciudades entre las que se incluyen Tel Aviv y Moscú. Pero no es lo ideal. "Las empresas tecnológicas estadounidenses realmente prefieren tener a sus empleados aquí. Aquí existe una cultura de innovación. Tenemos a las grandes universidades de I+D. Quieres estar cerca de esa actividad para poder comercializar ideas", afirma Neil Ruiz, analista sénior de políticas en el Brookings Institution, un think tankde Washington D.C.
Para poder despegar, las start-ups tienen que reunir rápidamente mucho talento y financiación de capital riesgo y Silicon Valley sigue siendo el mejor lugar del mundo para hacer eso. Pero esta dinámica podría cambiar. En los lugares donde se han desarrollado con éxito centros tecnológicos globales -como en Bangalore (India)- ha sido porque hubo personas que "marinaron" en Silicon Valley y luego volvieron a casa para empezar empresas, según Saxenian, que centra sus estudios en la migración del talento.
En Morpheus Medical, la financiación de Beckers acabó llegando. Pero Beckers afirma que le da "un poco de vergüenza" cómo se ganó el derecho a seguir en Estados Unidos. En diciembre logró un visado relativamente poco frecuente, el O-1, que se suele conceder a ganadores del premio Nobel, estrellas de cine, atletas y otras personas que el Gobierno de EE.UU. considera han demostrado una "capacidad extraordinaria".
"Realmente no me parece extraordinario", afirma Beckers de los honores, premios a planes de empresa y anteriores start-ups que detalló en su solicitud. Es lo que hacen los emprendedores. Desde que recaudó los 2 millones de dólares, su empresa ha contratado a cuatro personas, piensa contratar a tres más e intenta que la Agencia del Medicamento estadounidense dé el visto buen a su software.
miércoles, 31 de julio de 2013
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