Recreación de un nanotubo de carbono. / Geoff Hutchison. |
DivulgaUNED |Desde que en 1991 se descubrieron los nanotubos de carbono y, una década después, las láminas de grafeno, la investigación en ambas áreas ha abierto un amplio abanico de aplicaciones en campos como la ingeniería y la biomedicina. En concreto, respecto a los primeros se buscan nuevas fórmulas como agentes de contraste para imágenes por resonancia magnética.
En esta línea trabajan investigadores de la UNED, que ahora, junto a otros del Instituto de Investigación Biomédica Alberto Sols (CSIC), han dirigido un estudio en el que analizan qué tipo de nanotubos son más adecuados, teniendo en cuenta la forma en la que se desplazan por el torrente sanguíneo.
“Los nanotubos más apropiados son aquellos que resultan de oxidación con ácido nítrico durante 24 horas”, explica Paloma Ballesteros, directora del Laboratorio de Síntesis Orgánica y MRI de la UNED y coautora principal de la investigación.
El estudio preclínico, publicado en la revista MedChemComm, revela que las suspensiones de estos nanotubos en geles de agarosa fundida –con un comportamiento similar al de la gelatina– pueden ser orientadas mediante un campo magnético externo, que en este caso sería el generado por la resonancia magnética.
La investigación, en la que participan también científicos de la Universidad Europea de Madrid y del Instituto de Microelectrónicas de Madrid (CSIC), complementa un estudio publicado en 2010 por el mismo equipo, donde se revelaba que los nanotubos de carbono aumentaban el contraste de la imagen cuando se orientaban en paralelo al campo magnético.
“Estos resultados pueden ayudar a diagnosticar enfermedades aterotrombóticas”, resume Ballesteros. La aterotrombosis está en el origen de ataques cardíacos, infartos, trombosis o anginas de pecho. SINC
Referencia bibliográfica: Arisbel Cerpa, Mariana Kober, Daniel Calle, Viviana Negri, Jose María Gavira, Antonio Hernanz, Fernando Briones, Sebastián Cerdán y Paloma Ballesteros. “Single-walled carbon nanotubes as anisotropic relaxation probes for magnetic resonance imaging”. Med. Chem. Comm 2013, 4, 669–672. DOI: 10.1039/c3md20235f.
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