Un paciente que padecía leucemia se sometió a un novedoso experimento tras trasplantarse células madre de un cordón umbilical con la doble intención de curarle sus enfermedades.
Al menos un 1% de la población europea posee una curiosa mutación en una proteína que le hace inmune a la infección del Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Esta anomalía recibe el nombre de y es la causante de lo que podría convertirse en unos de los mayores avances en la lucha contra el Sida gracias a la labor de varios especialistas.
Un equipo médico descubrió al intentar tratar la leucemia de un paciente con VIH, que se podría llegar a curar después de someterse a un trasplante de médula. Concretamente realizaron un trasplante con sangre de cordón umbilical a un niño de 12 años con la doble intención de curarle la leucemia y el virus del VIH.
El proceso fue sencillo pero laborioso. De esta manera, anularon el sistema inmunológico del paciente y luego, le transfirieron el trasplante del donante. Eligieron una muestra dotada de esa mutación protectora contra el Sida y así el organismo del enfermo podría llegar a curarse. El trasplante se realizó el pasado 23 de abril y aún está a la espera de ser un éxito.
“No sabemos el resultado final todavía, pero somos muy optimistas con que el trasplante tenga un beneficio significativo para el paciente”, comentó el especialistas en trasplantes de células madre, Lawrence Petz. Aunque el método es todo un avance para la comunidad sanitaria, su ejercicio no es del todo nuevo.
En el año 2006 en Alemania se utilizó el mismo método para tratar a un paciente seropositivo a quien se le diagnosticó una leucemia. Un equipo médico fue capaz de descubrir que al tratar de leucemia a este paciente con VIH, se “curaba” después de someterse a un trasplante de médula.
El afortunado fue Timothy Brown, de 46 años, que en aquella época (1995) era un estudiante que vivía en Berlín. El receptor CCR5 es el que usa el VIH para infectar a los afectados y al traspasarse al paciente el sistema inmunológico del donante, éste dejó de tener el virus. Timothy Brown pasó a la historia tras convertirse en el primer paciente “curado”.
Sin embargo, este proceso es inviable para los pacientes de VIH ya que puede ser incompatible con cualquier otro paciente. No ocurre lo mismo con el trasplante de células madre del cordón umbilical. Las células madre no provocan ningún recelo ético y tienen ventaja sobre la médula ósea que provocan menos riesgo de rechazo. Medical Press
martes, 7 de mayo de 2013
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