Anestesia para la depresión?

Investigadores de la Clínica Mayo hallaron que bajas dosis de ketamina, un anestésico general que se utiliza en cirugías menores, dada durante un largo período es un tratamiento efectivo para la depresión. El estudio se publica en la revista Journal of Psicofarmacología.

Hace aproximadamente una década, los investigadores descubrieron que la ketamina tiene el potencial de aliviar la depresión severa. Sin embargo, la ketamina también puede tener efectos secundarios psiquiátricos graves, por lo que los estudios han explorado la forma más segura de usar. “Es sorprendente, tanto que funciona y lo rápido que tiene efecto”, dice el co-autor Timoteo Lineberry, MD, un psiquiatra de la Clínica Mayo. “A veces puede reducir los síntomas depresivos y la ideación suicida en menos de 1 hora. Nuestro objetivo es comenzar a determinar cómo el farmaco se puede administrar de forma segura en el tratamiento de rutina.”

Los investigadores estudiaron a 10 pacientes con un episodio depresivo grave, ya sea un trastorno depresivo mayor o un tipo de trastorno bipolar, que no han encontrado alivio con al menos dos medicamentos antidepresivos. El estudio muestra que cuando las infusiones de ketamina se dieron a la tasa más baja, que funcionan tan bien como lo hacen en mayor velocidad de perfusión. En el estudio, los pacientes fueron tratados hasta dos veces por semana, hasta un total de cuatro tratamientos con infusiones de ketamina en dosis bajas (dosis total de 0.5 mg / kg) administrados durante 100 minutos hasta que su depresión desapareció. Los investigadores monitorizaron los efectos secundarios con dos escalas psiquiátricas, la Young Mania Rating Scale y la Brief Psychiatric Rating Scale.

Ocho de los 10 pacientes presentaron al menos un 50 por ciento de mejora. Cinco pacientes experimentaron una remisión completa de su depresión, y cuatro semanas después del estudio, dos eran todavía depresión gratis. En cuanto a los efectos secundarios, un paciente presentó alucinaciones breves y limitadas, pero otros sólo experimentó somnolencia o mareos durante las infusiones. Una cuestión importante que aún hay que abordar es determinar qué pacientes responderán mejor al tratamiento.

“Mientras que los pacientes y los médicos están entusiasmados con el potencial de la ketamina, sabemos que mucha más investigación queda por delante antes de que sepamos qué condiciones depresivos se pueden tratar con ketamina con seguridad por los médicos en la práctica clínica habitual,” dice el Dr. Lineberry.