Ahora, investigadores de la Universidad de Emory, en Atlanta, con fondos del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, lograron visualizar con el llamado PET escáner, la actividad del núcleo cerebral derecho conocido como ínsula anterior.
Si la actividad de esta zona nerviosa es alta, la persona responderá mejor a los medicamentos, mientras que si la actividad es baja, andará mejor con la denominada terapia cognitiva conductual.
"Nuestra meta es desarrollar biomarcadores confiables que relacionen a cada paciente con el tratamiento que tenga más probabilidades de éxito, al tiempo que se evitan los menos efectivos", dice la doctora Helen Mayberg, de la U. de Emory. Ella y sus colegas publicaron estos resultados en la revista JAMA Psychiatry.
Ayuda para decidir
Para Thomas Insel, director del Instituto Nacional de Salud Mental, "en el caso de los trastornos del ánimo, las imágenes cerebrales solo servían para hacer investigación, pero los resultados que hemos tenido demuestran que pueden ser muy útiles para ayudar en la toma de decisiones clínicas".
Ante la falta de un examen que permitiera elegir el mejor tratamiento para el enfermo, solo un 40% de los pacientes lograba sentirse mejor siguiendo la terapia inicial. Esto es algo muy costoso en términos de sufrimiento humano así como en gastos de salud.
Para el estudio, los investigadores realizaron un escáner a 63 pacientes en reposo, a quienes se administró glucosa radiactiva, que se concentra en las neuronas que tienen una mayor actividad. En este caso, esto sucedió en la zona de la ínsula anterior del hemisferio cerebral derecho, la que se ve como un punto rojo en la imagen.
Este núcleo nervioso es reconocido como importante en la regulación de los estados emocionales, en la conciencia de uno mismo, en la toma de decisiones y otras tareas mentales. La actividad de la insula cambia con medicamentos para la depresión, la estimulación del nervio vago y la estimulación cerebral profunda. Fuente: El País
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