(U24). El prototipo capaz de volar sin combustible aterrizó a las 20:30 hora local en el aeródromo de Payerne, una localidad ubicada en el noroeste de Suiza donde tiene su hangar, tras completar un vuelo de 6.000 kilómetros que le llevó hasta Ouarzazate, en el centro de Marruecos, con escalas en Madrid y Toulouse (Francia).
Solar Impulse entró a la historia de la aeronáutica realizando un primer vuelo de 24 horas sin interrupción y únicamente propulsado por sus paneles solares y sus baterías en julio de 2010. Este primer vuelo internacional con destino a Bruselas es también “un gran desafío técnico para todo el equipo de Solar Impulse”, señaló un comunicado.
El psiquiatra y aventurero suizo Bernard Piccard y el expiloto militar André Borschberg, impulsores del proyecto, han querido demostrar el enorme potencial de las fuentes de energías renovables y su fiabilidad.
Piccard pilotó el aparato en el último tramo del viaje y fue recibido en Payerne por cientos de personas y por Borschberg, que le esperaba al pie de la escalerilla para celebrar la llegada a buen puerto del viaje.
El avión Solar Impulse decoló en Tolouse (Francis), sobrevoló el Macizo Central y se dirigió hacia Lyon, Roanne y Mâcon, antes de acercarse a la frontera franco-suiza en la región de Pontarlier. Después de sobrevolar el Jura, descendió en Payerne.
De esa forma, Bertrand Piccard y André Borschberg ganaron su apuesta de, utilizando un prototipo realizado con fibras de carbono, impulsado por 4 motores eléctricos de 10 caballos de potencia cada uno, alimentados por 12.000 células fotoeléctricas ubicadas en su ala, recorrer, desde el 24/05/2012, casi 6.000 km en 8 etapas de un promedio de 800 km. cada una, aterrizando en 4 países, en 2 continentes diferentes.
El Solar Impulse HB-SIA es un proyecto para volar únicamente con la energía solar, tanto de día como de noche. El prototipo puede volar durante el día propulsado por los paneles solares que cubren sus alas, a la vez que carga las baterías que le permitirán mantenerse en el aire durante la noche, lo que le daría una autonomía casi ilimitada.
Las primeras estimaciones suponian un peso de 1.500 kg, con una envergadura de alas de 61 metros, debido a la gran superficie requerida para instalar las 12.000 células fotovoltaicas.
El proyecto empezó en 2005 con un costo previsto aproximado de US$ 90 millones pero sufrió demoras por problemas de financiación.
Solar Impulse entró a la historia de la aeronáutica realizando un primer vuelo de 24 horas sin interrupción y únicamente propulsado por sus paneles solares y sus baterías en julio de 2010, con destino a Bruselas. No emite dióxido de carbono o sea que no es contaminante.
Piccard afirmó ahora que "siempre podemos hacer más de lo que pensamos en un principio. Nunca pensamos que podíamos volar hasta Marruecos y lo hicimos. Las limitaciones están en nuestras mentes. Hay tantas cosas que podemos hacer. Gracias a nuestro equipo lo hemos podido hacer", declaró el piloto.
El Solar Impulse completó un viaje sin utilizar ningún tipo de hidrocarburo, y superó condiciones meteorológicas y atmosféricas difíciles.
La parte más difícil de la travesía fue aterrizar en su destino final, ya que Ouarzazate, a 1.151 metros sobre el nivel del mar, está localizada en la cadena montañosa del Atlas, una zona de frecuentes tormentas eléctricas, fuertes vientos contrarios, turbulencias y corrientes térmicas.
El Solar Impulse fue diseñado inicialmente para probar su capacidad de volar de día y de noche, un reto que superó el año pasado, con un vuelo continuado de poco más de 26 horas.
"Hemos ido más allá de ese propósito para probar que su tecnología es confiable y la eficiencia de su consumo de energía", explicó el equipo del proyecto.
Ahora pretenden una vuelta al mundo en 2014. Pero para ese proyecto utilizarán un prototipo en construcción con el aporte de numerosas empresas que están innovando y aportando tecnología totalmente nueva y exclusivamente, pensando en el enorme nicho comercial que se avecina con el recurso energético no renovable tan caro.
Ocurre que el Solar Impulse no es un avión proyectado para el transporte de pasajeros o mercancías, sino para“transportar mensajes”. El nuevo modelo requerirà una cabina mayor para que el piloto pueda pasar más horas en mejores condiciones, con el objetivo de dar la vuelta al mundo.
Ocurre que el Solar Impulse no es un avión proyectado para el transporte de pasajeros o mercancías, sino para“transportar mensajes”. El nuevo modelo requerirà una cabina mayor para que el piloto pueda pasar más horas en mejores condiciones, con el objetivo de dar la vuelta al mundo.
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