(U24) - La tecnología que permitirá pronosticar terremotos desde el espacio es ya una realidad gracias a las observaciones que los científicos rusos hacen a través del sistema de navegación por satélite GLONASS. El terremoto de Japón de marzo del 2011 que provocó un tsunami y el accidente en la planta nuclear de Fukishima fue uno de los primeros sismos que los científicos rusos pudieron 'adelantar' según diversos cambios atmosféricos. Sin embargo, solo se trataba de observaciones experimentales con el sistema GLONASS por lo que los datos recibidos siete horas antes de la tragedia no pudieron haberse usado como pronóstico sismológico oficial. Según los expertos, el sistema satelital ruso no tiene aparatos especiales para prever los terremotos, pero con él se ha descubierto una relación entre los movimientos de la corteza terrestre y los cambios en la ionósfera o en la radiación infrarroja. Entre los terremotos más recientes pronosticados de esta manera está el de magnitud 6,1 que se registró el pasado 20 de junio en las aguas cercanas a las islas Kuriles, en el extremo oriental de Rusia. Las observaciones se enfocan en la región de la península de Kamchatka, en el Oriente Lejano ruso, y en el archipiélago de las Kuriles que incluye Japón. Los resultados alentadores hacer creer que en un futuro cercano los datos satelitales se usarán junto con los métodos tradicionales de previsión de terremotos. Irán tambien se encuentra tratando de desarrollar sistemas de alerta contra desastres naturales. Los trabajos de diseño y producción del nuevo satélite espacial ‘Amir Kabir’ han finalizado, anunció el jefe de la Agencia Espacial de Irán, Hamid Fazeli. El satélite será lanzado próximamente y servirá para investigaciones científicas que ayuden a hacer frente a desastres naturales como terremotos o inundaciones, según dijo Hamid Fazeli durante su discurso en la Universidad Amir Kabir, que da nombre al aparato. Se planea que tras una serie de pruebas previas, el satélite se ponga en órbita por el cohete ‘Simorgh’ ('Fénix') de nueva generación, también producido en Irán. Los expertos señalan que el satélite no solo tiene importancia científica para el país. En medio de las tensiones internacionales en torno al programa nuclear de Irán, el lanzamiento del ‘Amir Kabir’ servirá para demostrar el potencial espacial de los iraníes. Algunos especialistas incluso temen que la República islámica instale en el dispositivo algún armamento. El primer satélite iraní ‘Sina-1’ fue lanzado en el 2005 por el cohete transbordador ruso Kosmos-3M. Desde entonces, Irán ha realizado otros tres lanzamientos exitosos usando sus propios transbordadores desde el cosmódromo de Semnan. Además, el país ya envió animales pequeños al espacio, como una rata, tortugas y gusanos. |
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