La eurozona fracasó en su intento de llegar a un acuerdo y aplazó para el lunes las negociaciones sobre la liberación de un nuevo tramo de ayuda para Grecia, reveló hoy el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, tras una maratónica ronda de conversaciones en Bruselas.
Tras casi doce horas de intensas negociaciones, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, decidió "suspender" la reunión de la eurozona con el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y reanudarla el próximo día 26 para seguir trabajando en los "detalles técnicos", necesarios para cerrar el agujero fiscal de Grecia en los próximos años y garantizar la sostenibilidad de la deuda helena, por lo que Atenas tendrá que esperar hasta la nueva reunión para salir de la incertidumbre.
Ante este balde de agua fría para Grecia y toda la eurozona, Juncker dejó entrever su frustración por la falta de un acuerdo que él horas antes todavía veía posible, al asegurar que, "sobre Europa, no estoy nunca desilusionado porque ya nunca me hago ilusiones".
"Estamos cerca de un acuerdo pero hay que llevar a cabo verificaciones técnicas y hay que hacer cálculos financieros, pero hacerlo a esta hora de la noche ya no era posible y por eso interrumpimos la reunión para retomarla el lunes", explicó Juncker a la salida del Eurogrupo a los medios de comunicación, tras desconvocar la tradicional rueda de prensa, según despachos de EFE, DPA y Europa Press.
Juncker admitió que con el fracaso de la reunión de hoy también queda de nuevo en el aire la fecha del desembolso del próximo tramo de ayuda para Grecia, que asciende a 31.500 millones de euros, al reconocer que no sabe cuándo se liberará el monto.
Pese al fracaso de la cita de hoy, Juncker explicó que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, "no tiene intención" de abordar el futuro del rescate griego durante la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará el jueves y el viernes en Bruselas.
La sostenibilidad de la deuda griega es uno de los elementos que quedan por cerrar, dado que Grecia debería inicialmente reducirla al 120 % de su PIB en 2020 si no se prolonga el calendario hasta al menos 2022, como defiende la eurozona.
Un informe de la troika determinó que Grecia necesitará una ayuda adicional de 32.600 millones de euros hasta 2016 si se tiene en cuenta la extensión de dos años para acometer los ajustes exigidos y alcanzar un superávit primario -antes del pago de intereses- del 4,5 % de su PIB.
En concreto, las necesidades de financiación de Grecia se elevan así a 15.000 millones de euros para cerrar el agujero fiscal hasta 2014 y a 17.600 millones de euros en 2015 y 2016.
Ante el rechazo general de los países a una eventual quita de la deuda griega que tienen acreedores públicos, los ministros intentan cuadrar las cifras mediante una combinación de medidas.
Entre otras, se estudia desde una nueva reducción de los intereses que la eurozona cobra a Grecia por préstamos bilaterales, a una recompra de deuda por parte de Atenas, algo que los expertos consideran complicado.
La UE y el FMI no lograron un acuerdo sobre cómo reducir el peso de la deuda helena. La institución dirigida por Christine Lagarde insiste en mantener el objetivo de disminuirla desde el 190 por ciento del PIB que alcanzará el año que viene al 120 por ciento en 2020 y pide a los países de la eurozona que asuman pérdidas en sus préstamos a Atenas.
Pero los Estados miembros no quieren una quita a la deuda griega en sus manos y defienden otras opciones como la rebaja de los tipos de interés o el alargamiento de los plazos. Sin embargo, estas alternativas no garantizan que se cumpla el objetivo del 120 ciento. Télam
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