Es un alimento rico en agua y en fibra, con bajo aporte calórico, ideal para personas de sobrepeso y problemas digestivos. Además, la calabaza contiene betacaroteno, un componente antioxidante. Aprende más sobre sus propiedades nutricionales, cómo elegir las mejores en el mercado y algunas recetas para prepararla.
La calabaza es una hortaliza que está disponible durante todo el año en las estanterías de los mercados y por su precio resulta un alimento accesible para la mayoría de los bolsillos. Sus propiedades nutricionales son además un atractivo que la hacen indispensable dentro de una dieta equilibrada: es rica en fibra (soluble, que produce un efecto saciante y laxante), hidratos de carbono y potasio. También contiene calcio, magnesio, vitamina A, C, E y betacaroteno, este último es el responsable del color anaranjado de la calabaza, y es un antioxidante que ayuda a eliminar radicales libres previniendo el envejecimiento celular y además tiene gran importancia en la dieta porque es un precursor de la vitamina A (también provitamina A). Según la Fundación Española de Nutrición, la calabaza “destaca por su carácter digerible, pues entre sus componentes predomina el agua y carece de grasas y glúcidos”.
La calabaza es una hortaliza que está disponible durante todo el año en las estanterías de los mercados y por su precio resulta un alimento accesible para la mayoría de los bolsillos. Sus propiedades nutricionales son además un atractivo que la hacen indispensable dentro de una dieta equilibrada: es rica en fibra (soluble, que produce un efecto saciante y laxante), hidratos de carbono y potasio. También contiene calcio, magnesio, vitamina A, C, E y betacaroteno, este último es el responsable del color anaranjado de la calabaza, y es un antioxidante que ayuda a eliminar radicales libres previniendo el envejecimiento celular y además tiene gran importancia en la dieta porque es un precursor de la vitamina A (también provitamina A). Según la Fundación Española de Nutrición, la calabaza “destaca por su carácter digerible, pues entre sus componentes predomina el agua y carece de grasas y glúcidos”.
¿Sabes elegirlas?
Las calabazas las podemos encontrar en el mercado durante todo el año. Para elegir las mejores debemos fijarnos en aquellas que estén firmes y con la piel intacta, y si tienen su rabo o pedúnculo, mucho mejor.
Consejos para sacarles el mejor partido
Al cocinar las calabazas debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones para evitar las pérdidas de vitaminas y minerales por disolución y por destrucción, así nuestras nutricionistas recomiendan:
Aprovechar el líquido de cocción de la calabaza en caldos o sopas, ya que es rico en vitaminas y minerales
Incorporar las verduras cuando el agua ya está caliente. Al hacerlo en agua fría las pérdidas pueden llegar a duplicarse.
Cortar la calabaza en trozos grandes cuando se van a hervir. La subdivisión de los alimentos favorece el aumento de las pérdidas.
Nr.: Nuestra recomendación es que debemos realizar el esfuerzo de adquirir y utilizar con verduras y cereales, el vapor.
Adquirir una vaporiera es comprar salud, puesto que la cocción a vapor mantiene completo el complejo vitamínico del alimento.
Nada es comparable a ese sistema para aprovechar íntegramente las efectos positivos.
Pese a nuestra recomendación hemos explicado el mejor modo de cocinarlo hervido.
Por último se puede cortar en trozos junto a otras verduras (hortalizas) y cocinar en horno eléctrico con apenas aceite que solo evite que la alimentos se peguen a la asadera.
Seguramente su salud se lo agradecerá.
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