Lisa Craig. (Foto: SFU) |
Hay antibióticos y otras sustancias con gran capacidad para matar bacterias patógenas pero que también dañan a bacterias beneficiosas para el cuerpo humano o a células de este. Si esos productos se pudieran aplicar al interior de las bacterias nocivas, en vez de ser diseminados arbitrariamente dentro del cuerpo humano, se reducirían mucho sus efectos secundarios al mismo tiempo que se intensificaría la acción contra las bacterias perniciosas.
Un hallazgo reciente sobre un mecanismo usado por un virus para lograr la introducción de partículas víricas dentro de una bacteria mediante una acción realizada por ella misma, y el posterior enlace de tales partículas víricas a una proteína de la pared bacteriana, podría guiar el desarrollo de mecanismos parecidos que sirvieran para atacar bacterias patógenas mediante "caballos de Troya" cargados de armamento bactericida.
Un equipo internacional de investigadores, integrado, entre otros, por Lisa Craig, Christopher Ford y Subramaniapillai Kolappan, de la Universidad Simón Fraser en Canadá ha descrito la estructura atómica de la proteína clave para permitir al virus CTX-phi la adherencia a pequeños pelillos o filamentos retráctiles de las bacterias a las que ataca. Los autores del estudio también han descrito la estructura atómica de dicha proteína vírica cuando esta enlazada a la citada proteína de la pared bacteriana.
El mecanismo para infiltrarse dentro de la bacteria es relativamente sencillo. La partícula vírica se adhiere a un filamento bacteriano que es como un pelillo retráctil y cuando la bacteria retrae el filamento hacia el interior, introduce también a la partícula vírica.
Los autores del estudio recomiendan que estos filamentos sean explorados mas a fondo, como un posible mecanismo de transporte con el que introducir antibióticos dentro de bacterias. Aprovechar este punto débil de las bacterias permitiría burlar la barrera defensiva de la membrana bacteriana externa.
A menudo, las bacterias se defienden de los antibióticos impidiendo que estos penetren en su interior. Pero un ataque directo en el interior de la célula bacteriana resulta muchísimo mas contundente, y, casi con toda probabilidad, letal. Es como dispararle a alguien un balazo a quemarropa en vez de hacerlo desde lejos, lo cual, esto ultimo, entraña mas probabilidades de errar el tiro o de que el proyectil llegue debilitado al blanco. O como inyectar un veneno dentro del cuerpo en vez de verterlo sobre la piel.
Lisa Craig ya tiene en mente un blanco propicio y muy deseado para esta nueva táctica de administrar antibióticos La Pseudomonas aeruginosa, una bacteria fármacorresistente conocida por las graves infecciones respiratorias que provoca, y que pueden resultar mortales.
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