La participación en distintos programas preventivos reducía un 19 por ciento la cantidad de jóvenes que empezaba a fumar.
Reuters
Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un panel de expertos recomendó que los médicos conversen con los niños y los jóvenes sobre las consecuencias del tabaquismo y cómo evitar las presiones para empezar a fumar.
El borrador de las guías de la Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por su nombre en inglés) surge de una revisión de estudios sobre más de 26.000 niños y adolescentes que halló que la participación en distintos programas preventivos reducía un 19 por ciento la cantidad de jóvenes que empezaba a fumar.
El equipo observó que habría que orientar a 50 jóvenes para evitar que uno empiece a fumar entre los seis meses y los tres años siguientes.
La misma revisión demostró que la consejería para la cesación tabáquica o el tratamiento con bupropion no beneficia a los que ya empezaron a fumar.
"Alrededor del 90 por ciento de los fumadores comienza a fumar antes de los 18 años, de modo que para prevenir el tabaquismo hay que trabajar con los adolescentes y los niños", sostuvo el doctor David Grossman, integrante del la USPSTF y del Instituto de Investigación del sistema de salud Group Health y de la University of Washington, en Seattle.
"Es una buena noticia que los médicos de atención primaria tengan un papel en este trabajo", dijo a Reuters Health.
El borrador es una actualización de las guías del 2003, en las que aún no existían pruebas suficientes para determinar si la consejería antitabáquica evitaría que los niños comiencen a fumar o que los que fuman abandonen el hábito. La nueva versión se abrirá a comentario público en el sitio de la USPSTF entre el 11 de diciembre y el 7 de enero.
Los estudios analizados habían incluido todo tipo de intervención, desde correos y llamados telefónicos hasta sesiones grupales de consejería con los niños y sus padres.
La USPSTF opina que aún se necesitan más estudios sobre, por ejemplo, cuáles son los tipos de programas más viables en la práctica. También recomienda derivar a los niños que fuman a programas de orientación diseñados para la cesación tabáquica.
La revisión que respalda las nuevas guías, publicadas en Annals of Internal Medicine, la realizó el equipo del Centro para la Investigación de la Salud de Kaiser Permanente, en Portland, Oregon, a cargo de Carrie Patnode.
"Cuando uno es padre, quiere que el médico de familia hable con un hijo cada vez que puede sobre no fumar", dijo el doctor Roger Thomas, de la Universidad de Calgary, en Canadá, y que no participó de la revisión ni integra el panel. Y para los médicos, "cuanto más amablemente lo hagan, mejores resultados obtendrán", añadió.
Thomas opinó que la implementación de políticas de ambientes cien por ciento libres de humo en las escuelas y el control de la venta de cigarrillos a niños y adolescentes disuadirá a algunos jóvenes a no empezar a fumar.
FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 10 de diciembre del 2012
miércoles, 19 de diciembre de 2012
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