El juez Francisco Mario Valitutto, en la mira
Hace un año y medio, un joven de 36 años fue víctima de lo que él asegura fue una causa armada. A raíz de una pelea pasajera que se originó en piropos subidos de tono hacia una joven que estaba en pareja, Hernán Soto Noranbuena fue acusado por robo a mano armada. A pesar de que se determinó que existieron cuatro coautores, fue el único detenido por la causa, traicionado por sus antecedentes penales.
Luego de pasar 22 días en el complejo penitenciario Almafuerte de Mendoza, establecimiento en el cual 56 fiscales denunciaron torturas, fue trasladado a la Unidad Penitenciaria N° 35 de Magdalena, a la que ingresó padeciendo diversas enfermedades.
Hernán sufre una hernia y una colostomía abierta en el costado izquierdo del estómago. La delicadeza de su cuadro empeora día a día debido a los maltratos que sufre en la cárcel, a tal punto que pocas son las esperanzas para el joven recluso.
Apelando a la vida como derecho fundamental del ser humano, hace 11meses queSonia Rubio, allegada a Hernán, trabajando al unísono con el comité Contra la Tortura, elevó el pedido de traslado del joven, para que pueda seguir cumpliendo su pena con prisión domiciliaria.
La causa, tramitada en el Juzgado N° 1 de Lomas de Zamora, quedó en manos del juez Francisco Mario Valitutto, que le comunicó a Sonia que podía ir alquilando una casa para cuando el reclamo se hiciera efectivo. Sin embargo, el expediente quedó encajonado, y Valitutto ya ni siquiera atiende el teléfono a los interesados.
A pesar de que el recluso apenas puede moverse, víctima de los dolores que lo aquejan, y de que sus antecedentes penales están relacionados exclusivamente con el robo y no con delitos contra la vida, desde el Servicio Penitenciario aseguran que es “peligroso”.
El sábado 13 de abril, las autoridades del penal le comunicaron a Soto Noranbuena que sería trasladado al campo, hecho del que ningún allegado al preso estaba enterado, y al cual él se rehusó con la única estrategia que tenía a mano: cocerse la boca. El joven hizo huelga de hambre, en la que bajó 14 kilos.
Con casi 7 kilos menos desde la llegada a la U35, este viernes lo sacaron en forma arbitraria, muy débil de salud, hacia la Unidad N° 30 de Alvear. En el Servicio Penitenciario dicen que fue de acuerdo a la resolución 1830/10, pero no dicen quién lo ordenó.
En ese marco, Hernán Soto Noranbuena redactó una carta en donde narra paso a paso los hechos sucedidos, nombra responsables directos e indirectos, y pide la actuación urgente del Comité Contra la Tortura.
“Ahora me encuentro en huelga de hambre con mis labios suturados, con cálculos renales, problemas de riñón, ataques de pánico, dos intestinos expuestos y una hernia del tamaño de un pomelo”, narró en la misiva a la que este medio tuvo acceso, horas antes de que ordenaran un traslado inconsulto e ilegal. Agencia NOVA
domingo, 5 de mayo de 2013
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