En 2012 murieron 3,3 millones de personas en el mundo por el consumo nocivo de alcohol, según revela un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según explica esta institución en un comunicado, beber alcohol no solo genera dependencia sino que incrementa el riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades entre las que se encuentran la cirrosis y algunos tipos de cáncer.
Los expertos subrayan también que la gente que echa un trago de forma insensata es más susceptible a contraer enfermedades infecciosas como tuberculosis y neumonía.
El Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud en 2014 revela el perfil de consumo de alcohol en cada uno de los 194 países de los Estados miembros de la OMS, así como su impacto en la salud pública y en las normativas políticas.
Los datos indican que, de media, los mayores de quince años de edad beben alrededor de 6,2 litros de alcohol cada año. Sin embargo, solo lo consume el 38,3% de la población, lo que significa que en realidad los bebedores ingieren 17 litros.
Además, hay más muertes por causas relacionadas con el consumo de bebidas etílicas entre hombres (7,6%) que entre mujeres (4%), aunque también hay evidencias de que ellas podrían ser más vulnerables a los problemas de salud asociados con el alcohol.
“Alrededor del 16% de los bebedores consumen alcohol esporádicamente con el botellón, que resulta ser el más perjudicial para la salud”, explica Shekhar Saxena, director de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.
Para el experto, "los grupos con menos ingresos son más susceptibles, carecen de la atención sanitaria de calidad y están menos protegidos por las redes familiares o comunitarias”.
Europa es la región con el mayor consumo de alcohol per cápita, con un promedio de 10,9 litros de alcohol por año entre 2008 y 2010. No obstante, en esta zona así como en África y en América la tendencia se ha estancado en los últimos cinco años. En cambio, se han registrado aumentos en Asia sudoriental y en el Pacífico occidental.
En España el consumo de alcohol per cápita supera la media europea y se encuentra en los 11,2 litros. El 13,4% de la población española mayor de quince años había bebido en 2011 un mínimo de alcohol –60 gramos– en los últimos treinta días.
Otro dato curioso del informe es que la bebida etílica más consumida por los españoles es la cerveza (50%), seguida de las bebidas de alta graduación (28%) y del vino (20%).
“Aún queda mucho por hacer para proteger a la población de las consecuencias negativas del alcohol", señala Oleg Chestnov, director general adjunto para las Enfermedades No Transmisibles y la Salud Mental de la OMS. "El informe muestra claramente que no hay lugar para la complacencia cuando se trata de reducir su consumo".
Así, en algunos países ya se han adoptado medidas como el aumento de los impuestos sobre el alcohol, el incremento del límite de edad o la regulación de la comercialización de bebidas alcohólicas.
La OMS está apoyando a los países en la creación de nuevas políticas en este ámbito. En 2011 fue aprobada esta estrategia en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En ella, se concluyó que el alcohol es uno de los cuatro factores de riesgo que contribuyen a las epidemias causadas por enfermedades no transmisibles. (Fuente: SINC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario