El saber popular ya decía que las personas con dificultades auditivas crecientes tienden a volverse más introvertidas, ante la dificultad de seguir conversaciones y comunicarse con las personas de su alrededor. Ahora una investigación científica lo corrobora.
El equipo de la psicóloga Anne Ingeborg Berg, de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, estudió a 400 personas mayores durante un período de seis años. Como es bien sabido, la pérdida de sensibilidad auditiva es común entre la gente de la tercera edad. Cada dos años, los sujetos eran evaluados en términos de mediciones físicas y mentales, así como en aspectos de la personalidad como la estabilidad emocional, y el grado de extraversión, el cual refleja lo sociable que es una persona. Los resultados del seguimiento muestran que incluso cuando la estabilidad emocional se mantenía constante durante el período de estudio, los participantes afectados por problemas auditivos se volvían menos sociables.
Es cierto que a medida que las personas envejecen, algunas de ellas se vuelven menos sociables por otros efectos de la edad, aún cuando conserven una buena capacidad auditiva. La nueva investigación ha verificado que este cambio en la personalidad se amplifica en las personas con problemas de audición.
Los resultados del estudio subrayan la importancia de detectar a tiempo y tratar debidamente la pérdida auditiva en las personas mayores.
En la investigación ha trabajado también Boo Johansson. (NCYT)
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