Esta nota de "La Nación" lleva una respuesta sobre lo que creemos carece, las observaciones son breves, puesto que haría falta explayarse mucho más sobre el encuadre científico tratado.
Esteban Prego.
Un seguimiento de todos los pacientes que llegaron a la Unidad Coronaria del Hospital Italiano con un infarto mostró que 1 de cada 3 padecía enfermedad vascular periférica (EVP), principalmente en las piernas, y que sólo el 7% había tenido síntomas. El más característico es una sensación de debilidad, malestar o dolor en las piernas al caminar que se conoce como claudicación intermitente y desaparece con el reposo. Pero también lo son la aparición de úlceras, necrosis, gangrena o dolor crónico en reposo que desaparece cuando, por ejemplo, se cuelgan las piernas de la cama. Para no llegar a eso, hay que mantener a raya los factores de riesgo de la enfermedad coronaria, sobre todo el tabaquismo (el 80% de los pacientes con claudicación intermitente fuman 2 atados o más por día) y la diabetes. También están la hipertensión y la dislipemia.
"Detectar la aterosclerosis permite ser más agresivo con los tratamientos preventivos para evitar un problema mayor", dijo el doctor Ignacio Bluro, jefe de la Unidad Vascular Periférica del Servicio de Cardiología del Italiano y director de la II Jornada de EVP del Instituto de Medicina Cardiovascular del hospital, en la que se presentó el estudio. Cuando la aterosclerosis "sale de su casa original", que son las coronarias, "es como si hiciera una metástasis, y a mayor extensión, mayor daño", agregó.
Por su parte, la doctora María Cristina Zurru, jefa de la sección Enfermedad Cerebrovascular del hospital, recomendó no subestimar ningún síntoma (ver infografía). "Es probable que los mismos factores que causaron los problemas en las piernas lleven a tener un trastorno en los vasos del cerebro, la aorta abdominal y las coronarias -indicó Zurru, codirectora de la jornada-. Cuando se detecta un problema en la «cañería», hay que iniciar un tratamiento agresivo de los factores de riesgo y cerciorarse de que los controles sean regulares."
Aseguró que no es lo mismo ser hipertenso, por ejemplo, y tener las arterias sanas que serlo con las arterias enfermas.
Hace dos años, la revista JAMA publicó un estudio sobre 7000 personas que sentó precedentes. Halló que el 30% de los mayores de 70, o de 50, si fuman o son diabéticos, tienen EVP y más de la mitad lo ignora. "Cuando un paciente tiene enfermedad ateromatosa y factores de riesgo cardiovascular, puede tener la enfermedad en otras partes del cuerpo", dijo.
Eso incluye la insuficiencia renal, un factor de riesgo vascular independiente. "Un paciente en diálisis tiene entre 15 y 30 veces más posibilidades de tener enfermedad cardiovascular que una persona con buena salud renal", indicó el doctor Guillermo Rosa Diez, jefe del Servicio de Nefrología del Italiano.
Señaló que las dos primeras causas de ingreso a diálisis son la hipertensión y la diabetes no controladas. "Por un lado, el riñón es víctima de la enfermedad vascular, pero también, a medida que empeora la función renal, aumentan las posibilidades de desarrollar enfermedad vascular", agregó.
Los riñones también sufren por los distintos tratamientos farmacológicos. De ahí la importancia de un enfoque multidisciplinario. "Sin embargo, vemos pacientes que consultan a uno y otro médico, y que llegan al hospital con la emergencia. En el país, estos casos son la mayoría", dijo el doctor Carlos Rojas Matas, subjefe del Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Italiano.
La doctora Gala Santini, traumatóloga del Sector de Medicina y Cirugía de Pie y Tobillo del Servicio de Ortopedia y Traumatología, opinó que trabajar en equipo "permite indagar si un paciente que consulta por un juanete, por ejemplo, pero también es diabético o hipertenso, consultó o no con el especialista. Estos pacientes necesitan ese control, aunque mi responsabilidad termine en indicarles un par de plantillas".
Pero hay un papel que es fundamental, sobre todo en la prevención: el del médico clínico. "Actúa como un director de orquesta", dijo Zurru. Y el doctor José Alfíe, de la Unidad de Hipertensión del Servicio de Clínica Médica del Italiano, aceptó el desafío. "Digamos que soy el más importante acá, entre los especialistas -bromeó-. Ahora... hay que ver si como director estos músicos me hacen caso."
Por su parte, la doctora María Cristina Zurru, jefa de la sección Enfermedad Cerebrovascular del hospital, recomendó no subestimar ningún síntoma (ver infografía). "Es probable que los mismos factores que causaron los problemas en las piernas lleven a tener un trastorno en los vasos del cerebro, la aorta abdominal y las coronarias -indicó Zurru, codirectora de la jornada-. Cuando se detecta un problema en la «cañería», hay que iniciar un tratamiento agresivo de los factores de riesgo y cerciorarse de que los controles sean regulares."
Aseguró que no es lo mismo ser hipertenso, por ejemplo, y tener las arterias sanas que serlo con las arterias enfermas.
Hace dos años, la revista JAMA publicó un estudio sobre 7000 personas que sentó precedentes. Halló que el 30% de los mayores de 70, o de 50, si fuman o son diabéticos, tienen EVP y más de la mitad lo ignora. "Cuando un paciente tiene enfermedad ateromatosa y factores de riesgo cardiovascular, puede tener la enfermedad en otras partes del cuerpo", dijo.
Eso incluye la insuficiencia renal, un factor de riesgo vascular independiente. "Un paciente en diálisis tiene entre 15 y 30 veces más posibilidades de tener enfermedad cardiovascular que una persona con buena salud renal", indicó el doctor Guillermo Rosa Diez, jefe del Servicio de Nefrología del Italiano.
Señaló que las dos primeras causas de ingreso a diálisis son la hipertensión y la diabetes no controladas. "Por un lado, el riñón es víctima de la enfermedad vascular, pero también, a medida que empeora la función renal, aumentan las posibilidades de desarrollar enfermedad vascular", agregó.
Los riñones también sufren por los distintos tratamientos farmacológicos. De ahí la importancia de un enfoque multidisciplinario. "Sin embargo, vemos pacientes que consultan a uno y otro médico, y que llegan al hospital con la emergencia. En el país, estos casos son la mayoría", dijo el doctor Carlos Rojas Matas, subjefe del Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Italiano.
La doctora Gala Santini, traumatóloga del Sector de Medicina y Cirugía de Pie y Tobillo del Servicio de Ortopedia y Traumatología, opinó que trabajar en equipo "permite indagar si un paciente que consulta por un juanete, por ejemplo, pero también es diabético o hipertenso, consultó o no con el especialista. Estos pacientes necesitan ese control, aunque mi responsabilidad termine en indicarles un par de plantillas".
Pero hay un papel que es fundamental, sobre todo en la prevención: el del médico clínico. "Actúa como un director de orquesta", dijo Zurru. Y el doctor José Alfíe, de la Unidad de Hipertensión del Servicio de Clínica Médica del Italiano, aceptó el desafío. "Digamos que soy el más importante acá, entre los especialistas -bromeó-. Ahora... hay que ver si como director estos músicos me hacen caso."
PREVENIR LAS ÚLCERAS
Un seguimiento de siete años en pacientes a los que se les había amputado una pierna en el Hospital Italiano reveló una mortalidad elevada: 18/100 pacientes por año. "El 54% de los 59 pacientes amputados entre 2003 y 2010 habían fallecido por enfermedad cardiovascular e infecciones", precisó el doctor Ignacio Bluro. Por eso, insistió en evitar las úlceras en las piernas. Y, si aparecen, "el tratamiento debe ser tanto dermatológico y ortopédico como vascular, para una llegada adecuada de la sangre" a la lastimadura.Po Fabiola Czubaj
Un seguimiento de siete años en pacientes a los que se les había amputado una pierna en el Hospital Italiano reveló una mortalidad elevada: 18/100 pacientes por año. "El 54% de los 59 pacientes amputados entre 2003 y 2010 habían fallecido por enfermedad cardiovascular e infecciones", precisó el doctor Ignacio Bluro. Por eso, insistió en evitar las úlceras en las piernas. Y, si aparecen, "el tratamiento debe ser tanto dermatológico y ortopédico como vascular, para una llegada adecuada de la sangre" a la lastimadura.Po Fabiola Czubaj
Mi respuesta
. El comentario en general es bueno como alerta, sin embargo...
No se menciona la Vasculitis como categorización de padecimiento en la s extremidades inferiores (objeto de esta nota). No se habla tampoco de la Angiogénesis, que como todos sabemos consiste en un tratamiento con medicamentos que produce la regeneración arterial (nuevos canales de irrigación). No se menciona tampoco la Vasa Vasorum , cuya no existencia en los transpla ntes arteriales (por su destrucción en la abla ción), determina muchas veces el fracaso de la operación y por lo general la amputación. Me parece advertir que debería tratarse el tema de la Adrenalina como causa coadyuvante de estos males, en carácter fundamental..
Me atrevo a señala rlo pues la aplicación de este tratamiento, o sea siguiendo estos parámetros de análisis, hace ya bastante tiempo están brindando óptimos resultados incluso con miembros con principio de gangrena. Habría mucho más para decir, pero como aporte lo estimo suficiente.
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