2 científicos españoles han descubierto células "fantasmas" que promueven la resistencia del cáncer a las terapias, en un paso importante hacia el tratamiento de las causas más que de los síntomas, según explicó hoy uno de ellos. "Hay enfermedades que llamamos crónicas porque atacamos los síntomas, pero no podemos curarlas", dijo Carlos Cordón Cardo, quien condujo la investigación junto con su compatriota Josep Domingo-Domenech en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
"La resistencia a la quimioterapia es un fenómeno frecuente y devastador cuando reaparecen las colonias de células cancerosas", dijo Carlos Cordón-Cardo, quien condujo la investigación junto con su compatriota Josep Domingo Domenech en el Hospital Mount Sinai de Nueva York. Los detalles de la investigación se publicarán el martes 11709 en la revista Cancer Cell. "Nosotros trabajamos inicialmente en cáncer de próstata, pero en todos los tumores encontramos este mismo tipo de células", agregó Cordón, quien las describió como "una subpoblación de células parecidas a las células madre embrionarias, sin marcador, fantasmas que pasan desapercibidos". "Son células que tienen una resistencia innata extraordinaria, altamente ricas en sistemas de detoxificación y transporte: los compuestos de terapia que entran (en esas células) son rápidamente excretados", añadió el investigador, graduado en 1980 de la Universidad Autónoma de Barcelona. "Estas células están en todos los tejidos y si no las extraemos en el acto quirúrgico o la radioterapia no quema sus cuarteles generales, es posible que ellas sean responsables de la resistencia que se desarrolla a la quimioterapia", explicó. Cordón añadió que un paso importante en esta investigación es que se han hecho pruebas "no solo con ratones, sino con tejido humano, y encontramos que esas células existen en todos los tumores primarios y los metastásicos". "Éste bien podría ser el talón de Aquiles del cáncer", agregó. "Lo más notable es que ya existen en el mercado dos fármacos que, por separado, atacan las vías de señalización y podrían acabar con estas células". El estudio científico es la culminación de seis años de investigación básica y la revisión durante cuatro meses de los resultados por un equipo internacional de expertos. Las presencia de células madre como las embrionarias puede ser la respuesta a muchos de los comportamientos de los tumores. Según el trabajo investigado en el hospital Monte Sinaí de Nueva York que publica Cancer Cell, se trata de la clave de la aparición de resistencias a la quimioterapia, y determinan su agresividad. El trabajo lo firman, entre otros, los investigadores españoles Carlos Cordón-Cardó y Josep Domingo-Domenech. “Es la primera vez que se identifican estas células embrionarias en un tumor”, y se describe su papel en “el proceso de resistencia” a la quimioterapia y la progresión tumoral, dijo Cordón-Cardó por teléfono desde Nueva York al diario madrileño El Mundo. “Muchos grupos hablan de células madre sin especificar sus características”, insistió el investigador principal del trabajo, quien recalca que que las que ellos han identificado son “las primeras con un fenotipo muy embrionario”, que son las auténticas células madre totipotentes (que pueden diferenciarse en cualquier tipo de las humanas). “Las otras son pluripotentes”, con una capacidad de transformación menor. “Están más diferenciadas, no son tan stem [raíz, el térmimo inglés que en la literatura científica española, esta vez más romántica, tradujo por madre]”, explicó Domingo-Domenech. Esta peculiaridad la tienen los investigadores perfectamente identificada, y explica muchas de las propiedades de estas células. Los investigadores explican que por ser de origen embrionario son muy resistentes a las mutaciones. “Esto es lógico, se dividen muy poco y enseguida se enmascaran”, añadió Cordón-Cardó. Evolutivamente, unas células madre fácilmente modificables por elementos externos, que mutaran pronto, no tendrían mucho sentido, ya que supondrían una gran variabilidad y debilidad en el ser humano que tiene que desarrollarse a partir de ellas, indican. Pero eso es, a la vez, un inconveniente cuando se relacionan con un tumor. Los ensayos realizados muestran que son inmunes ante la quimioterapia. Por eso se supone que están detrás de las recaídas en las personas que han sido tratadas de un tumor. “Tienen una resistencia innata, no adquirida”, indica el médico. Otra característica importante es que se trata de células madre “de la madre”. Y, por lo tanto “no tienen código de barras; son células fantasma”, dijo Cordón-Cardó, aludiendo a una característica clave: que son HLA negativas. El HLA es como la huella dactilar de las células, lo que permite que el sistema inmune las identifique y, si son extrañas, las ataque. Por eso ese factor es el que se mide para ver la compatibilidad en los trasplantes. Al ser HLA negativas, estas células son invisibles para el sistema inmunitario, explica Córdón-Cardó, lo que explica por qué intentos de eliminar el cáncer con tratamientos inmunomoduladores fracasan. En cambio, el hecho de que sean células embrionarias que se mantienen sin cambiar en organismos adultos tiene unas ventajas desde el punto de vista práctico. “Se han podido seguir y atacar por medio de dos de sus vías de señalización, que están muy marcadas”, dijo Cordón-Cardó. Se trata de 2 muy conocidas en el desarrollo embrionario, la Notch y la Hedgehog. Para explicar su importancia, el investigador recurre a un símil. “Las células, como todos los organismos complejos, son como una ciudad, con sus luces y sus semáforos, que se activan según las necesidades”. La importancia de las vías de señalización es que si se atacan, si se cierran la célula colapsa”. “Estas vías son como nudos céntricos. Son críticas en el desarrollo embrionario, pero también en los tumores adultos posteriores”, indica Cordón-Cardó. (U24) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario