Las mujeres que comienzan a roncar durante el embarazo tienen un riesgo fuerte de presión arterial alta y preeclampsia, según un estudio de la Universidad de Michigan.
La investigación, publicada en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology, demostró roncar durante el embarazo está fuertemente vinculado a la hipertensión gestacional y preeclampsia, dice el autor Louise O’Brien, Ph.D., profesor asociado en el Centro del sueño Trastornos de la UM.
La investigación, publicada en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology, demostró roncar durante el embarazo está fuertemente vinculado a la hipertensión gestacional y preeclampsia, dice el autor Louise O’Brien, Ph.D., profesor asociado en el Centro del sueño Trastornos de la UM.
“Encontramos que los ronquidos frecuentes jugaban un papel en problemas de presión alta, incluso después de que nos habían tenido en cuenta otros factores de riesgo conocidos”, dice O’Brien. “Y ya sabemos que la presión arterial alta durante el embarazo, especialmente preeclampsia se asocia con bebés más pequeños, un mayor riesgo de parto prematuro y bebés que acaban en la UCI”.
El estudio se cree que es el más grande de su tipo, con más de 1.700 participantes. Es el primer estudio que demuestra que el embarazo con ronquidos confiere un riesgo significativo para la salud cardiovascular materna.
El ronquido habitual es el principal síntoma de trastornos respiratorios del sueño, los ronquidos se definen como tres o cuatro noches a la semana. Alrededor del 25 por ciento de las mujeres comenzó a roncar con frecuencia durante el embarazo y este se duplicó el riesgo de presión arterial alta en comparación a los no roncadores mujeres. O’Brien dice que estos resultados sugieren que hasta el 19 por ciento de los trastornos hipertensivos durante el embarazo podría ser mitigado a través del tratamiento de cualquier subyacente trastornos respiratorios del sueño.
Las mujeres embarazadas pueden recibir tratamiento por trastornos respiratorios del sueño con CPAP (presión positiva continua en vía aérea). Se trata de una máquina, usado durante el sueño, que utiliza presión de aire suave para mantener las vías respiratorias abiertas. Es posible que el uso de CPAP puede reducir la presión sanguínea alta en mujeres embarazadas, y O’Brien tiene un estudio actualmente en marcha para poner a prueba esta hipótesis.
“Los trastornos hipertensivos del embarazo son la principal causa mundial de mortalidad materna e infantil y cuestan miles de millones de dólares anualmente para el tratamiento”, dice O’Brien. “Al preguntar a las mujeres embarazadas sobre los ronquidos, especialmente en aquellos con presión arterial alta ya, obstétricas profesionales de la salud podrían identificar a las mujeres con alto riesgo de trastornos respiratorios del sueño e intervenir durante el embarazo. Esto podría resultar en mejores resultados para la madre y el bebé.” Medical Press
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