Mina Bissell, en TED Conferences |
Durante décadas, la investigadora Mina Bissell persiguió la idea revolucionaria de que una célula cancerosa no se convierte automáticamente en un tumor, sino que depende de las señales de las células adyacentes (su microambiente) para desarrollarse de una determinada forma. Bissell comparte con nosotros los dos experimentos clave que demostraron la invalidez del actual conocimiento sobre el crecimiento del cáncer.
(U24) "Cambié mi dieta por completo y me puse muy seria con la práctica de ejercicio y con la exposición a las toxinas", comentó la actriz Gywneth Paltrow a la revista People durante los momentos previos al Stand Up to Cancer, telemaratón solidario que tuvo lugar el viernes 07/09 en Los Angeles, California.
"Esta es mi única vida y necesito invertir todas mis fuerzas en mí misma y en mi familia para asegurarme de que estoy haciendo todo lo posible por llevar un ritmo saludable", afirmó ella, quien perdió a su padre por cáncer.También participaron Robert Pattinson, Justin Timberlake, Jessica Biel, Julia Roberts, Matt Damon, Sofia Vergara y Taylor Swift quien entonó el tema Ronan —canción que compuso para un niño de 3 años que murió el año pasado de cáncer.
Michael Douglas pronunció uno de los discursos más emotivos, al recordar el cáncer de garganta que padeció hace unos años. "[El cáncer] decidió pelear con el hombre equivocado. Estoy esta noche aquí porque quiero ser parte de este esfuerzo por encontrar un final para el cáncer. Es posible".
Acerca del cáncer, siempre puede aprenderse algo nuevo. Notable la exposición en una conferencia TED de la investigadora Mina Bissell: ¿Qué hace que el cáncer se convierta en cáncer?
Mina Bissell: Experimentos que apuntan a un nuevo entendimiento del cáncer
"Mi tarea de esta mañana es resumir 35 años de trabajo en menos de 17 minutos", avanza Mina Bissell.
Todos venimos de una célula, que se va multiplicando hasta llegar a los 10.000-70.000 millones de células, "cada una con la misma información genética". La teoría dominante en materia de cáncer "sostiene que un solo oncogén (un gen que mutó de forma particular) de una sola célula es suficiente para causar cáncer". Pero para ella eso no tenía sentido; si fuera cierto, todas las células malignas del cuerpo se convertirían en un tumor y "seríamos una gran masa cancerígena". En vez de eso, el cáncer se encuentra en partes específicas del cuerpo. Pero ¿por qué? Su enfoque --al que ha dedicado su carrera-- es que el desarrollo del cáncer puede ser provocado por "el contexto y la arquitectura".
Comenzó examinando un tumor, particularmente feo, de los pollos. Los investigadores han seguido la pista hasta aislar un solo gen transmitido por el primer virus conocido por generar cáncer, descubierto en 1911. En su laboratorio le pusieron un marcador al gen y descubrieron que si lo inyectaban en los pollos, producía cáncer. Pero si lo inyectaban en embriones de pollo, no lo hacía. ¿Por qué la diferencia? Según Bisell, eso sugería que "el microambiente en el que reside la célula cancerígena domina al gen del cáncer en sí".
Para explorar más a fondo, analizaron un acino, la unidad elemental de una glándula mamaria. Extrajeron células epiteliales (que en las glándulas mamarias producen leche) y las colocaron en una placa Petri. En tres días las células habían cambiado por completo y pasaban a ser disfuncionales, se distorsionaban y también dejaban de producir leche. Esto indicaba que para producir la leche era necesario algo en el entorno, era necesario algo más en su microentorno.
Diseccionaron una glándula mamaria, analizando alrededor de los acinos --considerados como un mero andamiaje, un simple apoyo a las células "importantes". Pero quizá ese andamiaje también generaba señales. Así que cultivaron algunas células epiteliales cerca del andamiaje y, nuevamente, la glándula comenzó a producir leche, lo que indica que el contexto también es importante.
Luego, probó la otra cara de la teoría: "Si la arquitectura del tejido y el contexto son parte del mensaje, entonces las células tumorales que tienen genomas anormales deberían poder llegar a ser "normales" si se cultivan en un microambiente sano. Fue así cómo junto a sus estudiantes probaron esta hipótesis con algunas células malignas y las hicieron crecer en un andamiaje saludable. Y, sí, pudieron convertir el fenotipo maligno en uno normal. Incluso pudieron inyectar las células en ratones, sin producirles tumores, a diferencia de las células malignas que habían provocado cáncer. Esto, dice Bissell, indica que hay otra manera de ver el cáncer, en la que los genes del cáncer son regulados por el entorno circundante.
Fue una gran idea que no tuvo una buena acogida al principio. Pero, como dice citando a Einstein, "si al principio una idea no parece absurda, es que no hay esperanza para ella".
¿Hacia dónde van ahora? Les gustaría llevar esta idea a la práctica clínica, pero antes de eso, tienen trabajo por delante. "Hay tantos descubrimientos por hacer", dice Bissell. "Hemos secuenciado el genoma humano... pero no sabemos nada --nada, de verdad-- sobre el idioma y el alfabeto de la forma". Como le dice a sus estudiantes de postgrado: "Tienen que pensar siempre en lo que queda por descubrir".
Y finaliza con unas intensas palabras: "No seas arrogante, porque la arrogancia mata la curiosidad".
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