Se trata de la primera gran movilización tras las vacaciones estivales y llega en un momento en el que España estudia pedir un rescate soberano a la Unión Europea (UE) -el segundo después de las ayudas para sanear la banca-, que supondrá más ajustes sin garantía de que se frenará la presión sobre la deuda.
“El gobierno tiene la llave de la huelga general”, advirtió el secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CC.OO), Ignacio Fernández Toxo, al intervenir en el acto de cierre de la multitudinaria marcha, organizada por la llamada “Cumbre Social”, en la madrileña Plaza Colón.
“Rajoy tiene la oportunidad de escuchar a la ciudadanía que se está expresando alto y claro. Esto no termina aquí, llegaremos tan lejos como el gobierno quiera llegar”, insistió Toxo, respecto a la que sería la segunda huelga general desde que el líder del derechista Partido Popular (PP) llegó al poder en diciembre.
Tras asistir a la reunión del Ecofin, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, expresó desde Chipre el “respeto” del Ejecutivo hacia los manifestantes pero aseguró que “los sacrificios que se están pidiendo a la ciudadanía son ineludibles para corregir el entorno difícil y sentar la bases de la recuperación”.
Desde el País Vasco, el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que Rajoy "ha perdido ya la mayoría social" por mentir a los ciudadanos.
En Madrid, entretanto, el clamor de miles de ciudadanos, en su mayoría trabajadores afectados directamente por los recortes y que rechazan las políticas de ajuste neoliberal, se hizo sentir en las calles.
Bajo el lema "¡Vamos! ¡Quieren arruinar el país, hay que impedirlo!", los manifestantes, convocados por unas 200 organizaciones sociales y los principales sindicatos de España, pidieron un cambio de rumbo al gobierno.
La marcha, a la que acudieron numerosas familias y que se desarrolló en un ambiente festivo, partió desde distintos puntos emblemáticos de la capital en columnas sectoriales y territoriales que confluyeron en la Plaza Colón.
Detrás de una pancarta con el lema “Recortes No, No te calles”, se encolumnó la “marea naranja” contra los recortes sociales y el tijeretazo a las políticas de dependencia.
Los trabajadores del sector de la educación estaban representados en la “marea verde”, los de la sanidad en la “marea blanca”, el sindicato Comisiones Obreras en la “marea roja”, las feministas en la “marea violeta”, y el resto de trabajadores públicos iban en la “marea negra”.
“Rescatemos personas, no bancos”, “basta de mentiras y recortes a la ciudadanía”, gritaban los manifestantes, muchos llegados en ómnibus fletados por los sindicatos desde distintos puntos de España.
“El ministro de Economía ha dimitido mentalmente y ha vuelto a recuperar la figura del delegado de Lehman Brothers en Madrid”, denunció el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, al intervenir ante los manifestantes.
"Basta ya de soberbia, arrogancia y oídos sordos", y de “sumisión servil" a los dictados de la Unión Europea”, exigió Méndez, quien denunció a Rajoy por querer pasar “de un Estado de bienestar a uno de beneficencia”.
Toxo, por su parte, subrayó que “no es verdad que no hay más salida y que es inevitable un rescate a la economía española con nuevas condiciones que empeoren aún más la situación”.
“Grecia, Portugal e Irlanda hoy no están mejor que en mayo de 2010 cuando se inicio este camino al suicidio. España, Italia sufre las consecuencias de una política, una opción desde la ideología, de la rebelión de las elites que presiden las reuniones del Banco Central Europeo”, denunció.
“Se pretende conscientemente aprovechar la crisis para provocar una involución social y política sin precedentes en Europa y España”, pero “hay una alternativa democrática” y es una “reforma fiscal” para financiera el Estado de bienestar”. “Referendo ya”, exigió Toxo, para demostrar que la ciudadanía está en contra de las políticas del Ejecutivo.
La manifestación contó con la participación de dirigentes políticos de la izquierda, entre ellos el líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, quien acusó a Rajoy de mentir al decir que el ajuste creará empleo. “No hemos conocido en la historia democrática un gobierno que haya hecho tanto daño en tan poco tiempo”, dijo Lara.
También se unieron los indignados, que junto con un grupo de manifestantes muy animados se dirigió tras el acto central a la sede central del PP en la calle Génova de Madrid, donde se vivieron momentos de tensión con la policía.
La Falange española y otros grupos de ultraderecha minoritarios convocaron a una manifestación también hoy en Madrid bajo el lema ‘La crisis se llama democracia’.
Especial Telam
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