viernes, 7 de septiembre de 2012
La TV daña la salud mental
Un estudio de la Universidad de California sondeó la salud de 1.322 personas antes y después de eventos claves como los atentados del 11 de septiembre del 2001 y el inicio de la guerra en Irak en 2003, y cuantificó algo que resulta vox pópuli: la violencia y las malas noticias en la TV perjudica la salud mental de los televidentes.
Los últimos estudios de científicos demuestran que imágenes violentas y grabaciones de desastres naturales, masacres, guerras y ataques terroristas transmitidas por los medios de comunicación afectan la salud mental de las personas.
Para llegar a esas conclusiones los investigadores de la Universidad de California en Irvine (USA) estudiaron el estado de la salud psíquica de 1.322 personas antes y después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 y el inicio de la guerra en Irak en 2003.
Los resultados del estudio revelaron que cerca del 12% de los individuos mostraron un fuerte estrés postraumático por los atentados del 11-S y el 7% por la guerra iraquí, aunque ellos no vivían en Nueva York y no tenían nada en común con esos acontecimientos. Además, muchas de esas personas fueron propensas a desarrollar enfermedades físicas años después.
Según los psicólogos, los individuos que pasan más de cuatro horas frente al televisor son más vulnerables y pueden desarrollar hasta fuertes trastornos mentales, impactados por imágenes violentas. “El estudio señala que la exposición a las imágenes violentas transmitidas por los medios de comunicación podría ser un mecanismo principal a través del cual se extiende los impactos de ‘traumas colectivos’.
Nuestro estudio es incluso más relevante ahora dado que esas imágenes terribles alcanzan grandes audiencias mediante YouTube, redes sociales, teléfonos inteligentes”, comenta la investigadora Roxane Cohen Silver.
Los especialistas destacan que ellos no exhortan a introducir censura en los medios de comunicación, sino quieren que la gente para su propia salud mental limite el tiempo que pasa observando las escenas de violencia.
Otro estudio realizado en Australia, que indica que el hábito puede hacer disminuir la esperanza de vida en hasta cinco años, según recoge The Guardian.
Esto coloca los efectos negativos del consumo televisivo a una altura similar a la de hábitos perniciosos como la adicción al tabaco o a enfermedades crónicas como la obesidad.
El sedentarismo derivado del consumo televisivo, la causa principal de problemas
La investigación, publicada en la prestigiosa British Journal of Sports Medicine, recoge las conclusiones sacadas por el equipo de la Facultad de Salud Pública en la Universidad de Queensland (Australia). Sus investigadores extraen que cada hora de televisión vistas una vez pasados los veinticinco años limita en 22 minutos la vida del individuo.
El dato es preocupante en la medida que, según uno de los autores del texto, Lennert Veerman, es que "mientras que las tasas del tabaquismo están disminuyendo, las del consumo televisivo no, lo cual tiene implicaciones a nivel demográfico".
Pasar demasiado tiempo sentado, en actitud sedentaria, y sin hacer ejercicio físico, se asocia a una mayor mortalidad. Los riesgos que más se derivan de estos hábitos se presentan en el sistema cardiovascular.
"Lógicamente, sabemos que la actividad física es beneficiosa para la salud y no es raro pensar que lo inverso no lo sea", comenta Veerman.
Otra investigación australiana ya aventuraba los riesgos de la televisión
Este estudio complementa a otro realizado también en Australia el pasado año, que concluía que ver la televisión aumentaba en un 8% el riesgo de sufrir una muerte prematura. "Hemos tomado aquel estudio y lo hemos traducido a lo que significaría para la esperanza de vida en Australia teniendo en cuenta lo mucho que vemos televisión", dijo Veerman.
El estudio actual partía de un análisis observacional llevado a cabo en el curso 1999/2000, en el que participaron en torno a 11.000 participantes, todos ellos por encima de los 25 años.
Los australianos ven televisión una media de dos horas al día; como consecuencia, su esperanza de vida se ha visto reducida en 1.8 años de media para los hombres, y algo menos, 1.5 años para las mujeres. El estudio también dio como resultado que una persona que ve una media de seis horas al día de televisión vive 4.8 años menos que alguien que no consume nada.
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